Golondrina común; oreneta, oroneta, oronella
Hirundo rustica
1764 Ros
País Valencià
Oronèta, oronèlla, golondrina: avecilla de ligerísimo vuelo.
[ROS, Carlos (1764): Diccionario Valenciano-Castellano, escrito por Carlos Ros, Notario y Escrivano público, por Autoridades Apostólica, y Real, natural de esta muy Noble Insigne, Lealíssima, y Coronada Ciudad de Valencia. En Valencia. En la Imprenta de Benito Monfort, junto al Hospital de los Estudiantes. Año 1764.] books.google.es
1851 Antonio Machado
Andalucía
Hirundo rustica, Linn. Castilla, Golondrina. Habita en toda la provincia; se presenta en febrero y desaparece en Setiembre; muy vulgar.
[MACHADO NÚÑEZ, Antonioo (1851): Catálogo de las Aves observadas en algunas provincias de Andalucía. Imprenta y taller de encuadernaciones de Juan Moyano. Calle de Francos, 45 y Pajaritos, 12. Sevilla. (Abuelo de los poetas Antonio y Manuel Machado)] books.google.es
1877 - El Campo
España
LOS PÁJAROS ÚTILES. Encontrándonos en la época del paso de muchas especies de las más útiles a la Agricultura, nos ha parecido oportuno circunscribir en este artículo la enumeración de ellas, a las que en este mes y principios del siguiente emigran de o a las provincias de España, o verifican su paso por ellas. Casi todas se alimentan con insectos en algunos de sus tres estados, y todos, destructores de los alimentos del hombre; [...] Las golondrinas, vencejos y aviones, además de las moscas que cazan en sus graciosas y rápidas evoluciones, no perdonan los cortapicos, tijeretas, el cefo pigmeo que ataca las cañas del trigo, el gorgojo de éste y otros cereales, la pulga de tierra, gran enemigo de varias hortalizas, etc. Más de una vez ha sucedido que determinadas plantaciones destrozadas por este insecto se han salvado en pocos días por regreso de las golondrinas que limpian el campo, han encontrado en él pasto abundante.
[El Campo. Agricultura, jardinería y sport. Madrid, 16 de Octubre de 1877: link. Biblioteca Virtual de Prensa Histórica (BVPH): buscador]
1886 Leopoldo Martínez
Andalucía
Hirundo rustica, LINNEO.
Conocida con el popularísimo nombre de Golondrina, revolotea entre nosotros amparada por la tradición, luciendo su pico corto aplastado y ligeramente corvo en la punta, negro por fuera, amarillo por dentro, sin escotadura, de mandíbulas rasgadas que le forman ancha boca; sus fosas nasales abiertas en la base y semicubiertas por una membrana; sus tarsos largos, delgados y desnudos; sus cuatro dedos, tres de ellos dirigidos adelante y uno atrás, prolongados y endebles, provistos de afiladas uñas; sus alas largas y agudas que le dan ancha envergadura, con el primer remo sobresaliente; su cola característicamente bifurcada con las timoneras externas de mayor longitud que las restantes, que van en descenso gradual; y sobre todo, su colo negro por arriba, blanco en las partes inferiores y bermejo en la garganta, frente y cejas, cuyo último tinte, parecido al cerco sanguinolento que sacan los perros cuando meten la cabeza dentro de una carroña, fresca aún, es atribuído por el vulgo a la sangre de Jesucristo con que quedó salpicada al arrancarle las espinas.
Es uno de los primeros nuncios de la primavera en estos pueblos de Sierra Morena, adonde suele llegar en Marzo, a la vez que nos participa también la entrada del otoño con su bulliciosa despedida que emprende en ordenado tropel, generalmente de noche, para burlar a las rapaces diurnas, sus encarnizadas enemigas, al cabo de muchas reuniones y cuchicheos; tiene un vuelo raudo y sostenido, pudiendo cruzar, según algunos observadores, 70 y hasta 100 km por hora, y, según otros, 200 leguas diarias, no caminando más que diez horas y descansando alternativamente durante el día y la noche en las restantes. Parece que con su marcha, lo mismo que las codornices, tórtolas y demás aves viajeras, cede el campo a las acuáticas e invernales; construye su nido en nuestras viviendas, pegado a las vigas y techos, dándole una correcta forma semicircular a manera de media taza o media copa [...]. Vuelve a los mismos sitios, pero no todas a los mismos nidos según se ha comprobado; y no inverna, como también se ha justificado después de animadas controversias entre los naturalistas, por más que no falten algunas que por su debilidad o infancia no puedan acompañar a las adultas en la excursión y tengan que quedarse en los parajes más templados de esta sierra esperando el retorno de sus compañeras [...].
(Dice) el refrán. 'El que mata una golondrina mata a su madre', para que los pilluelos, acaso por lo mismo, se diviertan en estas aldeas serranas en matarlas a cañazos o flechazos cuando bajan su vuelo.
El mahometismo le dedica la poética leyenda turca, en la cual se dice que habiendo el ratón roído el arca y abierto un agujero por el que entraba el agua, poniendo en grande apuro a Noé durante el diluvio, la serpiente se brindó a conjurar el peligro, previsa promesa de darle lo que pidiese, y al efecto se arrolló en el agujero tapándolo y salvando la nave, que era un gran 'caiq', y llegada que fue la hora del cumplimiento de la oferta pidió 'la mejor sangre de la tierra'. Interrogada por Noé: '¿Y cómo conoceré yo la mejor? - le contestó - 'Envía un mosquito que las chupe todas y nos informe'. El patriarca, temeroso de una malicia de la serpiente, encargó a la golondrina la misión de espiar al mosquito, a cuyo insecto salió aquella al encuentro preguntándole: 'Hermano mío, ¿cuál es por fin la mejor sangre de la tierra?' - 'La del hombre', respondió el insecto. - 'Por Alah te ruego, hermano, que me dejes probarla', replicó la avecilla; y al alargar el mosquito la lengua, se la cortó con el pico para que no pudiese hablar, quedando desde entonces condenado a su eterno zumbido. Inquirido por Noé y la serpiente, les enseña la lengua mutilada señalando a la golondrina como autora del hecho, sobre la cual se arrojó la serpiente para devorarla, pero hurtando ella el huerpo, solo pudo cogerle la cola, dejándola ahorquillada. Es la adaptación de un cuento Hui de China. [...]
Utilidad de la golondrina: [...] El principal servidio que esta avecilla proporciona al hombre es la destrucción de muchos dípteros que va tragando mientras vuela, habiéndose calculado que una golondrina come 900 insectos al día, y que cada uno de estos, a razón de diez generaciones anuas, puede engendrar por sí y sus descendientes 560.970 billones 489.000 millones de individuos. M. Leroy, en una carta a un periódico francés, dice que matar las golondrinas es antentar contra los intereses agronómicos. Perjuicios de la golondrina: no son ostensibles.
[MARTÍNEZ REGUERA, Leopoldo (1886): Ornitología de Sierra Morena. Imprenta de Fortanet. Calle de la Libertad, 29. Madrid.] bibliotecavirtualdeandalucia.es
1979 - Destino (revista)
Catalunya
UN MUNDO APARTE. Este mundo aparte son los pájaros [realmente pone 'lsesplos pájaros'] que acuden al jardín, que son de muchas especies distintas, de las que algunas anidan o pueden anidar en nuestras plantas. No es éste el sitio adecuado para explicar estos pájaros. Me limito a decir los nomres en letanía: la alcubilla (puput en catalán), el andahuertas (piula en catalán) [bisbita?], la curruca de cabeza negra (cap negre en catalán), la curruca cenicienta (tallareta en catalán), la golondrina de ventana y la golondrina común (oreneta en catalán), el vencejo (falzia o falziot en catalán), el gorrión (pardal en catalán), el jilguero (cadernera en catalán) y el ruiseñor (rosinyol en catalán) [rossinyol], que es el huésped más preciado de nuestros jardines. ¿Qué se puede hacer para que los pájaros se encuentren a gusto en el jardín? Pues darles de comer, facilitarles un sitio donde se puedan bañar y un sitio apropiado para construir el nido. No todos lo construirán, pero algunos sí. [...]
[Destino (revista). Barcelona, del 19 al 25 de diciembre de 1979: link.] Arxiu de Revistes Catalanes Antigues (ARCA): buscador]
1890 Juan Montserrat
Catalunya
TORTOSA [pueblo del Baix Ebre, Tarragona]: Hirundo rustica L.- Oroneta de teulat. (p.99)
[MONTSERRAT Y ARCHS, Juan (1890): Memoria descriptiva de las aguas minero-medicinales del Balneario de Tortosa. Resumen de Historia y de Geología de dicha ciudad y de la Flora y Fauna de sus alrededores, con indicaciones especiales sobre la Climatología, la Hidroterapia y la Higiene Terapéutica de los tres manantiales de aquel balneario (Nuestra Señora de la Esperanza, Salud y San Juan). pp.33-160. En el libro Balneario de Tortosa.] books.google.es
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Recopilación bibliográfica y transcripciones de Jacint Cerdà