Oso pardo; ós bru, ós grisenc

Ursus arctos


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Magdaleniense

Castilla y León: Oña (La Bureba, Burgos)

NUEVOS HALLAZGOS DE FÓSILES VERTEBRADOS EN ESPAÑA.- En otoño de 1922 trajo a Munich el P. José María Ibero, S. J., profesor en el Colegio de Oña (Burgos), una colección no escasa de restos de mamíferos y aves recogidos en las excavaciones hechas en cuatro o, propiamente, tres cuevas de la provincia de Burgos, para clasificarlos bajo mi dirección. El contenido de esas cuevas pertenece, según el carácter lítico, al magdaleniense. Pero como el conjunto de la fauna se diferencia fundamentalmente de la de la Europa central de la misma época, bien merece una corta reseña. Siendo esencialmente idéntica la fauna de las diferentes cuevas situadas cerca de Oña a una altura como de 650 m. sobre el nivel del mar, parece lo más acertado alistarla en un cuadro como el siguiente: [y cita]

Ursus arctos (Oso pardo): en Caballón y S. Juan Berchmans.

Vulpes vulgaris (Zorra): en Caballón y S. Juan Berchmans.

Lupus? Canis? (Lobo o perro): en Caballón, La Blanca y S. Juan de Berchmans.

Canis familiaris (Perro doméstico): en La Miel.

Cuon Bourreti Filh (Perro salvaje): en Caballón, La Blanca y S. Juan Berchmans.

Felis linx (pardella) (Lince): en Caballón, La Blanca y S. Juan Berchmans.

Felis pardus (Pantera): en S. Juan Berchmans.

Felis catus ferus (Gato montés): en Caballón.

Martes sp. (Marta): en La Miel.

Sciurus vulgaris (Ardilla): en La Miel.

Castor fiber (Castor): en La Blanca.

Lepus cuniculus (Conejo): en Caballón, La Blanca, S. Juan Berchmans y La Miel.

Lepus timidus? (Liebre): en La Miel.

Equus caballus (Caballo): en Caballón, La Blanca, S. Juan Berchmans y La Miel.

Cervus elaphus (Ciervo): en Caballón, La Blanca, S. Juan Berchmans y La Miel.

Bos (Buey): premolar superior en La Miel.

Rupicabra (Gamuza): en La Blanca, S. Juan Berchmans y La Miel.

Capra (Ibex) pyrenaica (Cabra montés): en Caballón, La Blanca, S. Juan Berchmans y La Miel.

Por lo que a las aves se refiere: [y cita]

Colaeus monedula (Corneja) [sic, grajilla?]: en Caballón, La Blanca y S. Juan Berchmans.

Gyapaetus? [quebrantahuesos?]: en La Miel.

Tetrao tetrix? (Gallo del jaral): en La Miel.

[...] Entre los restos de mamíferos dominan en número los de la cabra montés española (Capra ibex pyrenaica), que sólo falta en la Miel. Sus huesos del Caballón pertenecen a lo menos a tres individuos adultos y a tres jóvenes; los de la Blanca deben distribuirse a lo menos entre seis individuos adultos y dos jóvenes, sin contar otros dos adultos de la galería interna o cueva de San Juan Berchmans. La debilidad de las astas indica que pertenecen a cabras y a cabritillos. Debieron ser presa de carnívoros y, en primer término, del oso pardo (Ursus arctos), que les llevaría enteros arrastrando a la cueva y allí los devoraría. Restos de oso se encuentran en todas las cuevas que contienen la cabra montés. En la galería inferior de San Juan Berchmans sería la pantera (Felis pardus) la que, devorando las cabras, dejó los dientes y huesos de un individuo joven y de otro adulto. En la cueva de la Blanca, San Juan Berchmans y en la del Caballón hay el lince (Felis linx) representado en cada una por dos individuos, uno adulto y otro joven. Considero, desde luego, como descontado que el lince arrastrase cabras a la cueva para allí mismo devorarlas. El perro salvaje (Cuon Bourreti), del cual hay por lo menos dos individuos en el Caballón y dos en la Blanca -San Juan Berchmans-, desplazaría su presa fuera de la cueva, pues su fuerza no bastaría para traer el cuerpo entero de la cabra montés a la cueva. [...]

[Artículo firmado por:] Dr. Max Schlosser. Conservador del Museo Geol. de la Ac. de C.

[Ibérica: el progreso de las ciencias y de sus aplicaciones. Núm.503. Tortosa. 24 de Noviembre de 1923. pp.313-314.] Arxiu de Revistes Catalanes Antigues: arca.bnc.cat (elegir palabras clave)


739 Crónica Rotense (de Alfonso III)

Asturias

Según la 'Crónica rotense', Favila (segundo monarca del reino de Asturias, hijo de don Pelayo, que reinó desde 737 hasta 739) murió prematura y accidentalmente debido a un enfrentamiento con un oso durante una cacería. Es posible que la muerte del rey Favila fuese un asesinato político, como hubo otros en este reino más adelante. También se especula con que la lucha con el oso fuera una especie de rito de virilidad, una de las pruebas de valor normalmente exigidas a la nobleza de la época. Fue un gran amante de las cacerías, lo cual hace más verosímil la historia que dice fue despedazado por un oso al que irritó imprudentemente.

[Favila de Asturias. Wikipedia]

Un libro interesante a consultar es:

[TORRENTE, Juan Pablo (1999): Osos y otras fieras en el pasado de Asturias (1700-1860). Fundación Oso de Asturias.] books.google.es (consultable de forma parcial)


1257 Fuero de Requena

País Valencià

Libro 4, Titullo IIII, 1. De los venados et otrosi de los caçadores. Qual quiere que venado moviere del comienço con canes asi commo puerco montes o çiervo o osso o liebre o conejo o perdiz o otra cosa qual quiere, sea suya, maguer que otro omne o can ageno o ave ajena lo matare, o cayere en engenno ajeno, salvo la casa [caça?, trampa?], et quien casa fiziere para tomar venado et otro tomare venado en esa casa, de la meytad al sennor de la casa et la otra meytad sea del caçador.

Libro 4, Titullo IIII, 2. Del que fiziere fuerça al caçador. Qual quier que fuerça fiziere al caçador que de comienço moviere el venado, commo dicho es, pechelo, por el osso diez mencales, et por el çiervo, çinco, et por el puerco, seys mencales et sobre esto peche diez maravedis por la fuerça que fizo, si el caçador lo pudiere provar, sinon, el sospechoso salvese con un vezino et sea creydo, et aquel que fuerça fiziere al caçador sobre liebre o conejo o perdiz o otro venado qual quier, peche el venado doblado et el dicho coto de los diez maravedis, si el querelloso lo pudiere provar, sinon, salvese el sospechoso con un vezino et sea creydo.

Libro 4, Titullo IIII, 4. Del que tirare la presa al can. Qual quier que al can o al ave la presa tirare, peche un maravedi et la presa doblada, (et si el can o el ave por aquella ocasion fuere perdida, pechela) por juri de su sennor, et quien en hueste o en otro logar al venado tiriere primeramente aya la cabeça con quanto la oreja alcançare si (puerco fuere), si fuere çiervo aya el cuero, et si fuere osso aya la terdega lomil et de la carne su parte, et quien le defendiere esto, pechelo doblado. [Pechar: pagar. Terdega: túrdiga, tira de pellejo.]

Libro 4, Titullo IIII, 8. Del venado cansado. Qual quier que venado fallare cansado sin canes non rresponda por el, et si muerto lo fallare et otro caçador dixere que sus canes lo mataron o el mesmo con la saeta, jure el caçador con un vezino por el çiervo et por el osso et por la corça et por otros venados, jure solo et sea creydo et aya el venado, et si jurar non quisiere o non pudiere, non le sea dado.

[DOMINGO IRANZO, Eugenio (2008): El fuero de Requena (14 de agosto de 1257, por Alfonso X de Castilla). Ed. Ayuntamiento de Requena, Archivo Municipal de Requena y Centro de Estudios Requenenses. Colección Fuentes documentales de Requena y su Tierra, 2. Requena, Valencia.] requena.es


1312-1350 Reinado de Alfonso XI

Murcia

De la abundante caza, mayor y menor, en el reino de Murcia tenemos numerosos testimonios de los siglos XIII, XIV y XV. Especialmente el libro de la montería, de Alfonso XI, que en lo que se refiere al término municipal de Murcia, menciona en sus cercanías la rambla de los Aguzadores "que es buen monte de puerco en invierno"; lo mismo dice de la sierra de Carrascoy, o de la de Espuña "que es buen monte de osos et de puerco en invierno"; en la isla Grosa "hay en ella muchos venados", y en las tierras bajas son muchas las ocasiones en que se cita la caza de venados, encebra*, corzos, gamos y jabalíes.

* Nota a pie de página:

"En la sierra de Chinchilla havia venados, corzos, cabras monteses y algún jabalí, y una especie de salvagina, que no la ha habido en toda España, a manera de yeguas cenizosas, de color de pelo de rata un poco mohinas, que relinchaban como yeguas y corrían más que el mejor caballo, y los nombraban encebras".

De la "Relación de Chinchilla", hecha en 1576 a Felipe II. (Merino Álvarez, Geografía histórica de la actual provincia de Murcia, pág.217).

También en la raya fronteriza con Orihuela abundaba la caza mayor, especialmente el venado. Tal era la cantidad, que la venta de "salvagina" en la ciudad de Murcia era uno de los artículos más frecuentes en sus mercados. En las Actas Capitulares puede apreciarse, con una continuidad muy significativa, cómo el Concejo controlaba y establecía los precios de venta al público junto a otros artículos de primera necesidad, lo que nos demuestra su abundancia.

Así, por ejemplo, en 1310 los carniceros pagaban los correspondientes derechos para el común de la ciudad de las carnes que vendían, y de ellas recogemos las siguientes:

"Por cada cabeça de çiervo, dos maravedís e cuatro dineros."

"Por cada cabeça de puerco montés, dos maravedís e dos dineros."

"Por cada cabeça de puerca montés, un maravedís e dos dineros."

"Por cada cabeça de cabrón montés, ocho dineros."

"Por cada cabeça de cabra montés, cuatro dineros."

"Las enzebras que paguen según los çiervos."

También era abundante la caza menor, y los precios de venta señalados por el Concejo para conejos, liebres y perdices, aparecen de vez en cuando en los acuerdos municipales. La perdiz debía de considerarse como alimento más selecto, porque cuando llegaba algún huésped distinguido a la ciudad, se le obsequiaba con gallinas, perdices, carneros, pan, vino y fruta. Así se hizo con doña María Hurtado, esposa de don Alonso Fajardo, hijo del adelantado Alonso Yáñez Fajardo, o durante la estancia en Murcia de Boabdil, el último monarca granadino, para quien tuvieron toda clase de atenciones.

La afición a la caza era tal, que una de las primeras peticiones del concejo murciano a Alfonso el Sabio, once años después de su reconquista, y que el monarca iba a conceder por su carta fechada en Vitoria a 22 de enero de 1277, fue la de poder "fazer dehesa de conejos en el su término que ellos han en el campo de Cartajena". Con ello restringía la libertad que anteriormente les había concedido en 18 de mayo de 1267, al decir "les otorgamos e mandamos que caçen francamientre en todo el regno por o quisieren". Ya la caza no era para todos, surgía el primer coto en el reino de Murcia y una situación privilegiada para algunos.

A ella iba a seguir otra restricción posterior, la de Alfonso XI. Atendiendo una petición de los regidores murcianos, prohibió que en el término de la ciudad "no fuesen osados de matar puerco, ni oso, ni gamo, con ballesta ni con cepo ni con otro armadijo, so ciertas penas, porque en el término de dicha ciudad había pocos montes donde los dichos puercos y osos se pudiesen criar, y que en los lugares del dicho reino, a ella comarcanos, hay mucho término donde se crían".

La prohibición por entonces no es sólo para la caza mayor, pues la veda y los inconvenientes puestos para la menor van creando muchas dificultades. Las medidas legislativas del Concejo murciano en el siglo XIV van aumentando las prohibiciones. Algunas de ellas son así: "Ningún caçador non sea osado de caçar conejos en verano, es a saber, de la Pascua Florida fasta la fiesta de Sant Miguel de setienbre, por razón que se pierde la caça e las pieles e torna a gran daño. Et si algunos lo fizieren, pierdan la caça e pechen por caloñia por cada vez cinco maravedís". A ello se añadió "otrosí, que ninguno non sea osado de conprar caça para revenderla, mas los caçadores que la caçaren la vendan o la fagan vender a las mugeres o a sus conpañas, e que la vendan e la tengan todavía para vender en la plaça de Sant Bartolomé e non en otro lugar". Igualmente se prohibía a los cazadores el que "non caçen con perro nocharniego".

Por otra parte "ninguno omes estrangeros que non fueren vezinos desta cibdad non sean osados de caçar en nuestros términos de Murcia sin licencia e actoridat de los jurados... so pena de veinte maravedís e que perdiesen la caça e los furones e los canes". Lo mismo sucedía al "pastor estraño que llevare podenco o furón. Otrosí, que qualquier que acabdare madriguera alguna, que peche de pena sesenta maravedís". Otras muchas medidas y acuerdos concejiles fueron regulando la caza en el transcurso de los siglos XIV y XV.

En octubre de 1484, ocho de los principales vecinos de Murcia, de los más acaudalados de la ciudad, en representación, según decían de otros muchos, elevaron por escrito una queja ante el Consejo contra los moros que vivían en Alcantarilla y Puebla de Soto. Manifestaban que estos mudéjares, formando compañías y con numerosos galgos, cazaban liebres en el campo de Sangonera, de tal modo, que todos juntos "talan la caça", y cuando los cristianos querían "aver algun deporte" saliendo a cazar, no encontraban ninguna liebre por mucho que anduvieran, porque "la tienen segada los moros". La protesta estaba basada en que consideraban que el ejercicio de la caza no era propio para los moros, sino para los caballeros, como ellos, para "personas honrradas", y suplicaban el que se dieran órdenes prohibitivas, el que no se permitiera a los moros el practicar el "exercicio" de la caza. Malos tiempos corrían ya para los mudéjares, más aún cuando la guerra de Granada, la definitiva, había ya comenzado. Naturalmente, el acuerdo concejil de 30 de octubre de dicho año fue el vedar a los moros la caza de liebres con galgos y redes, bajo pena de seiscientos maravedís, a distribuir por mitad entre los acusadores y los ejecutores. Y por si esta medida no era suficiente, para darle mayor efectividad a la prohibición y a la vez satisfacer a los poderosos peticionarios, se nombraban como ejecutores a Rodrigo Escortell y Francisco Pedriñán, precisamente dos de los ocho firmantes de la denuncia. [A continuación, incluye el texto de la denuncia.]

No era sólo el concejo de Murcia el que se preocupa de mantener cotos de caza para su uso exclusivo, pues puesto de acuerdo con el de Cartagena, prohibieron la caza de conejos, perdices y liebres con podencos, galgos o cualquier otro modo en una dehesa común de ambos municipios, en la rambla del Albujón, en que se señalaban como límites el "torrejón del Alhorra hasta el camino de Cartagena".

Existía también otra caza privilegiada, la de los francolines "por quanto es caça que pertenece a sus altezas". Pese a ello, eran muchos los que cazaban estas gallináceas y las vendían a los vecinos de la ciudad. Enterados los regidores de como eran muchos los ciudadanos que tenían francolines en sus casas y se negaban a decir quiénes se los habían vendido, acordaron por una ordenanza, aprobada en 18 de noviembre de 1494, reiterar la prohibición de cazarlos o tenerlos, añadiendo que la persona que tuviera o hubiera tenido francolines y se negara a decir quién se los vendió, fueran castigados con diversas penas. Aparte de ellos "que sean sueltos los dichos francolines e los echen a la huerta para que tornen a criar y si fallaren [hallaren] las alas peladas, que caya en la pena de la hordenança quien ge las peló".

Por otra parte, conforme a la ley aprobada en Salamanca, recordada por carta de los Reyes Católicos, el Concejo en 7 de febrero de 1495 dictó una disposición prohibiendo tirar a las palomas en los palomares "nin las armen nin tomen con redes ni otras paranças" bajo ciertas penas.

Ya en el reinado de Carlos I aumentarían las restricciones en la caza mayor para los no caballeros. Como la prohibición de Alfonso XI había sido para el término concejil de Murcia, la caza continuó en el resto del reino sin coto alguno. Los osos, jabalíes y ciervos eran cazados con ballestas, cepos y escopetas, por toda clase de persona, impidiendo las monterías de los caballeros. Nueva petición, esta vez al emperador Carlos V. Y carta de éste, en Toledo a 5 de agosto de 1525, en la que tras hacer un resumen de las disposiciones anteriores, especialmente la de Alfonso XI, prohibía que en todo el reino de Murcia se cazaran osos, ciervos y puercos con "ballestas ni con escopetas, ni cepo ni otro armadijo", bajo pena de seiscientos maravedís y de perder las armas. Así encontraban satisfacción los "caballeros y monteros de dicha cibdad" que no hallaban donde "ejercitarse". Ello no impediría la rápida desaparición de la caza mayor en el reino de Murcia.

[TORRES FONTES, Juan (1984): La caza, deporte y privilegio, pp.35-39. En Estampas de la vida en Murcia en el reinado de los Reyes Católicos. Nº 012, artículo 004. Murcia.] regmurcia.com


1371-1461 Llibres de Claveria (Tortosa)

Catalunya: Baix Ebre i entorn

No consta l'existència de l'ós (Ursus arctus) ni del linx (Lynx pardina) en cap referència documental, però cal suposar que, si n'hi havia en zones properes, no devien ser gaire nombrosos ni devien freqüentar les serralades dels Ports o del Montsià. (p.459)

[CURTO HOMEDES, Albert i MARTÍNEZ SILVESTRE, Albert (1999): La presència del llop a l'antic terme de Tortosa durant la Baixa Edat Mitjana. Acta Històrica et Archaeologica Medievalia, AHCTE (homenatge al Dr. Manuel Riu), Núms. 20-21 (1999-2000), pp.455-476. Barcelona.] dialnet.unirioja.es


1578 Jara y Sedal

País Vasco/Euskadi

Aralar y Ernio [La Sierra de Aralar, Navarra/Nafarroa y Guipúzcoa/Gipuzkoa; y el monte Hernio, Guipúzcoa/Gipuzkoa]: [...] En Guipúzcoa, los vecinos de los montes comunales de Aralar y Ernio, allá por el año 1578, redactaron una ordenanza, en virtud de la cual se establecía seis ducados por cada oso abatido. Así se deduce, por los libros aportados por la citada colectividad, que en unos pocos años se dieron muerte a 19 osos en aquella pequeña comarca. [...]

[HERNÁNDEZ TABERNERO, Israel (2021): Cuando el oso era perseguido en España y valía 75 reales: así se dio caza al último de Vizcaya. Revista Jara y Sedal. Por Israel Hernández Tabernero / 1 de junio de 2021] revistajaraysedal.es


1580 Onofre Pou

Catalunya

De algunes besties salvatges:

[...] Onço. Ursus, ursi. [...] (fulles 44-45)

[POU, Onofre (1580): Iesus: Thesaurus Puerilis. Authore Onophrio Povio Gerundensi Artium Doctore. Apud Ioannem Paulum Menescal. Barcinone.] books.google.es


13.10.1631 El Noticiario Universal

Madrid

MONARQUÍA Y TAUROMAQUIA (Julio Gállego). [...] Hay un curioso librito, titulado "Anfiteatro de Felipe el Grande" (grande como un pozo, más grande cuanto más tierra le quitan como decían los maldicientes), editado en Madrid, en el cual su autor, Pellicer de Tovar, cuenta la "fiesta agonal" celebrada en los jardines del Retiro el 13 de octubre de 1631, para celebrar dignamente los dos años cumplidos por el príncipe heredero, Baltasar-Carlos. Se celebró en una plaza o anfiteatro de madera, en cuyo centro se instaló una gran tortuga de madera hueca, como el caballo de Troya, rellena de hombres que picaban con sus pértigas a los animales sueltos por el ruedo, y que parecían directamente salidos del arca de Noé: león, tigre, oso, camello, zorra, mona, caballo, mula, gato montés y gallo, sin olvidar, claro está, un bravísimo toro, que puso la fiesta en un brete, al desmadrarse y amenazar a todo el mundo. Gracias que allí estaba Felipe IV, en su palco real, quien, sin descomponerse ni perder su real sosiego, pidió un arcabuz, "lo tomó con gala, y componiendo la capa con brío y requiriendo el sombrero con despejo, hizo la puntería" y mató al toro instantáneamente, sin necesidad de puntilleros. [...]

[El Noticiero Universal. Núm.25209. Barcelona. Jueves, 15 de Junio de 1967. p.2.] Arxiu de Revistes Catalanes Antigues: arca.bnc.cat (elegir palabras clave)

(continúa)

NOTICIA DEL ESPECTÁCULO DE LAS FIERAS, EN EL ANFITEATRO DE FELIPE EL GRANDE. Antes de entrar a los Elogios que los mayores Ingenios de España han escrito al Acierto de su Rey, me ha parecido decir sumariamente el motivo de aquella Solemnidad, raras veces celebrada en Castilla, i vista muchas en Roma en tiempo de sus Césares. Tuvo la Antigüedad diversos ritos en sus Juegos, i cada Nación sus ceremonias encontradas conforme la aplicación de sus Provincias; bien que tomando unas de otras, según descaecían o se aumentavan estas o aquellas Monarquías. Grecia, que fue casi el origen más moderno de las novedades que después se introduxeron en supersticiones, inventó los Juegos Olímpicos, Pitios, Nemeos e Isthmio, en honor de Júpiter, Apolo, Achemoro i Neptuno, donde los que festejavan aquellos espectáculos, examinavan en arras, i en apuestas, su valor en la lucha, su ligereza en la carrera, su destreza en el blanco, i su agilidad en todo. Después Italia, que fue la que se valió más de la usança Griega, desde las Leyes hasta las Costumbres, començó a honrar sus Ídolos i a solenizar sus vitorias en sus Circos o Anfiteatros, con los Juegos Gladiatorios, donde lidiaban hombres, o alquilados o condenados a muerte. Luego, con los Ferales, donde las Fieras o peleavan entre sí, o despedaçavan los delinqúentes. Con los Agonales después, en que eran varios los Espectáculos de Scenas i de Histriones, Flaqueó el Imperio de los Romanos, passó aquel siglo, dexando de tantas Solenidades más que la imitación, la noticia que sirva a la erudición i no al exemplo. Pues de los Juegos o Anales o Secalares, que començó Valerio Publicola, i se prosiguieron en segundos, terceros i quartos, hasta los Anfiteatros de Julio Cesar, Augusto, Estatilio Tauro, Calígula i Domiciano, hoy solo tenemos la memoria. Descoger aquí toda la noticia de los Anfiteatros antiguos, Circos, Arenas, Caneas i Palestras que usaron, fuera despropósito, i querer trasladar a Justo Lipsio, Juan Rosino, Tomás Dempstero, Alexandro de Alxandro, Andrés Tiraquelo, Juan Meursio, i Julio César Bulenguerao, que han escrito Volúmenes enteros deste intento. Solo diré, que dividido el poder de los Romanos en troços, quedó en España la Fiesta que se celebrava en el Circo Flaminio, que era de Toros sola, tan aborrecida de Tertuliano, Salviano i Cipriano, como derogada por los Emperadores Honorio i Teodosio, pues desde que a esta belicosa Provincia la oprimió el yugo de la armas de Roma, admitió como la habla, las costumbres. Después, con la invasión Africana heredó de sus bárbaros Ginetes la disciplina de la Caña i el manejo de la Adarga, Fiesta que tan válida ha estado en Castilla, que desterró las Justas i los Torneos i mereció que la solenizassen diversas vezes sus Reyes.

Para variar destos dos Espectáculos, quiso el Excelentíssimo Conde Duque renovar aquel exercicio que tanto aplaudió el Foro Romano, i festejar a las Magestades Católicas de Felipe el Grande i Doña Isabel de Borbón, Reyes nuestros, con hazerles una Fiesta al uso antiguo de Roma, que celebrasse los felicíssimos años del Serenísimo Don Baltasar Carlos de Austria, Príncipe de Asturias, que cumpla tantos como costó deseos a nuestra España. Previno quantos Brutos pudo juntar la diligencia i el poder, i assí entraron en la Arena a temerario duelo, i a confusa batalla, los Animales más feroces que ha sabido rezelar el miedo, i despreciar el valor. Concurrieron el León, Rey de las Fiestas, cuya obediencia ya tantas vezes se ha visto jurada en Albania i África, quantas Eiano i Solino encarecen. La Tigre Hircana, que en ferocidad i ligereza jamás cedió a ninguna en los Montes. El Osso, que en lo robusto i lo fuerte compite con todas. El Toro, que en ánimo i fiereza los excedió en esta ocasión. El Cavallo, que en lo generoso i lo bizarro es el más airoso empeño de la Naturaleza. Y el Lebrel que en la tenacidad es el más rebelde, i en el acometimiento el más denodado. Actos acompañaron otros menores, para que sirviessen a la risa i al entretenimiento. Determinóse que se celebrasse esta Fiesta en la Plaça que llaman del Parque, i no profanar con regozijos la tristeza que tenía por las dos recientes desgracias que llorava, pues serán memorables i funestos para ella, señalándolos con piedra negra, los días de san Claudio Mártir i de san Luis de Francia, que en el primero aconteció el incendio que desfloró la suntuosidad de sus edificios, i en el segundo, la ruina trágica de tantas vidas como se perdieron en ella, entre el alboroço de unos Toro i Cañas. La novedad de la Fiesta llamó la curiosidad i convocó assí Forasteros, como Naturales. Jamás vio Roma en sus Escaños, Eqüestres o Plebeyos, mayor ni más lucido concurso. Bien me acreditará quien supiere que assistan sus Magestades i Altezas, Prelados, Consejos, Reynos, Embaxadores, Grandes, Títulos i Cavalleros, con toda la mayor nobleza de España. Començóse el Espectáculo i fue el sucesso fuera de toda esperança, porque encogiendo el León su fiereza, recatando su horror el Tigre, i perdiendo algunos Animales la vida, triunfó de todos animoso el Toro. Passeó el Circo como Señor del, sin que ninguno de los demás Brutos se lo impidiesse. Él solo acometía, huyéndole todos. Desatendía el Vulgo todo el resto de las Fieras, i solo se detenía en la admiración de ver el ardimiento de aquel Bruto. Ni el León, ni el Osso, ni la Tigre se atrevían a esperar sus iras, desmintiendo con esta cobardía el crédito que la dilación de la experiencia los ha dado de feroces, i las mentiras de los Escritores de intrépidos, pues se hallaron medrosos, por más que procuravan juntarlos unos Hombres que cubiertos de una artificiosa Tortuga de madera, que movían ciertas ruedas, iban dentro para instigar los Animales, con picarlos a que se embistiessen. No imagino que el Toro Maratonio, que tanto infestava las comarcas de Tetrápolis, era más animoso ni más terrible, ni tampoco sospecho que alcançó Teseo mayor gloria en vencer a aquel i sacrificarle en las Aras de Apolo Délfico, que grangeó nuestro poderoso Monarca en prostrar a este con el más glorioso Acierro que saben la edades. El Toro del Cielo pudiera estar con embidia, como el León con saña, de ver cobarde al Africano aqueste, de mirar triunfante al Español aquel. Pero si era Español, que mucho venciesse las demás Fieras? Que este felicíssimo Clima aún hasta sus Brutos cría belicosos, influyendo en la parte del valor igualmente en lo irracional, que en lo racional.

Mirava su Magestad la valentía de aquella Fiera i deseoso de que Bruto que a sus ojos avia andado tan intrépido, no quedasse sin premio, quiso hazerle el mayor favor que pudiera desear, a ser capaz de razón. Porque supuesto que entró en aquel Anfiteatro a morir, perdonarle la vida, fuera castigo, dexándole a riesgo de que otro día la perdiera en Coso plebeyo, i a manos viles. Mejoró de instrumento i alcançó, en fé de su valor, la muerte por la mejor mano que supiera elegir su instinto. Viendo pues nuestro César impossible el despejar el Circo de aquel Monstruo Español, porque los que pudieran desjarretarle, le hallavan defendido en los demás Animales que le huían, pidió el Arcabuz enseñado en los Bosques a semejantes empresas, i sin perder de la mesura Real, ni alterar la Magestad del semblante con ademanes, le tomó con gala, i componiendo la capa con brío, i requiriendo el sombrero con despejo, hizo la puntería con tanta destreza, i golpe con Acierto tanto, que si la atención más viva estuviera azechando sus movimientos, no supiera discernir el amago de la execución, i de la execución el efecto, pues encara a la frente el Cañón, disparar la Bala i morir el Toro, aviendo menester forçosamente tres tiempos, dexó de sobra los dos, gastando solo un instante en tan heróico golpe. La sangre del ya cadáver disforme se vio primero enrojecer la Plaça, que oyesse el viento el estallido de la pólvora. Despertó el aplauso popular tan hermoso golpe. Pero que mucho celebrasse en su Rey el Vulgo, lo que aún obrado por un hombre particular, encareciera? Aquellos aplausos que la Antigüedad observava en semejantes Aciertos, fueron demostraciones cortas, pues ni su juntar de manos, ni su romor de vozes, igualó el regozijo con que festejó el Pueblo la destreza de su Rey. [...]

[p.95: Epigrama XLVII, de Don Alonso Carrillo, Mayordomo del Sereníssimo Infante Cardenal.] Vencedor del famoso Tigre Hircano, I del León de Libia generoso, del Osso Pireneo, i del glorioso Cavallo, el Toro se paró, no en vano. Pero quando la Frente, más ufano levantava el Vulgo, que el Coso, en su misma sobervia, el polvaroso rayo le derribó de ardiente Mano. No faltava a tu Gloria sino Suerte semejante, aunque España sus Riberas te diera por sus Nietos i su Fama. Competiste con Reyes en la Muerte, de tal Braço ambiciosa, no con Fieras, más dichoso que Estrella de Luz llama.

[p.132 y siguientes: Romance I, de Don Francisco de Quevedo Villegas, Cavallero del Orden de Sant-Iago.] Cita: gallo ("Un gallo salió después, porque los Quiquiriques dizen que son su Broquel."), macho ("Salieron Macho i Cavallo sin Albarda y sin Jaez."), mona ("La Mona, que en las Tabernas suele ahogar el bever en azémila penada, allí la ahogó el cordel."), camello ("El Camello, que está hecho a los Magos de Belén, con las heridas del Toro tuvo muy poco plazer."), gato montés ("Sin pluma un Gato Montés, i andando buscando causas, fue merienda de un Lebrel"), tigre ("Salió el Tigre, escarbó el Toro, con que le mandó bolver."), zorra ("La Zorra, que en tantas Gentes se llama Vuessa merced, i que con capa y mantos Hembras i Varones es.")

[PELLIER DE OSSAU Y TOVAR, José (1631): Anfiteatro de Felipe el Grande, Rey Católico de las Españas, Monarca Soberano de las Indias de Oriente y Occidente, Siempre Augusto, Pío, Feliz i Maximo. Contiene los Elogios que han celebrado la Suerte que hizo en el Toro, en la Fiesta Agonal de treze de Octubre deste año de M.DC.XXXI. Dedícale a su Magestad, Don Ioseph Pellicer de Touar Señor de la Casa de Pellicer, Cronista de sus Reynos de Castilla i Leon. En Madrid, Por Juan Gonçalez. pp.27 y siguientes.] hdh.bne.es


1644 Alonso Martínez de Espinar

España

CAPÍTULO XXI. Del amor y fidelidad que el perro tiene con el hombre por instrumento de caza. [...] En cada provincia hacen los perros a diferentes costumbres en los modos de caza, conforme el cuerpo y calidad que ellos tienen. Los mayores perros son los lebreles; cébanlos en venados, jabalíes y osos; la hechura del cuerpo del lebrel ha de ser muy delgado, grandes ojos, la cabeza larga, cenceño y de mucha ligereza. [...] (p.60)

CAPÍTULO XXIV. De las astucias y lealtad del sabueso. [...] Crió Dios todas las cosas para el servicio del hombre; pero con su trabajo le hizo señor de ellas, para darle a entender cuán limitado es el poder que tiene; [...] (el hombre) hizo redes que sacasen los peces de las profundidades de las aguas, enseñó aves; [...] para los animales tuviera esto grande dificultad, particularmente para los bravos y feroces; [...] el león, tigre, oso, jabalí y otros no lo son (esclavos del hombre); [...] mas contra sus astucias, breñas y montañas crió [sic] Dios al perro, fiel amigo del hombre; el cual, si fuera silvestre, con dificultad se matara esta caza, y es tan leal, que con su trabajo le hace fácil lo imposible. [...] (pp.65-66)

LIBRO SEGUNDO - CAPÍTULO I. Cómo se ha de conocer cuando echa el hombre el viento a la caza. Los animales que se sustentan de carne, como el león, tigre, oso, lobo cerval, onza, gato de clavo, gato montés y otros, que hay de diferentes especies, son enemigos de los ganados y de toda caza de pesuña hendida, porque es aquel su manjar, y todos éstos temen a los que tienen garras; entre ellos pondremos al lobo y zorra, porque también los conocen por enemigos, que su naturaleza les enseña de quién se han de guardar, y lo procuran con todos sus sentidos, que no les va menos que la vida. [...] (pp.79-80)

[MARTÍNEZ DE ESPINAR, Alonso (1644): Arte de Ballestería y Montería, escrita con méthodo, para escusar la fatiga que occasiona la ignorancia. Alonso Martínez de Espinar, que da el Arcabuz a su Magestad y Aiuda de Cámara del Príncipe Nuestro Señor. En la Emprenta Real. Año de 1644. Madrid.] books.google.es


1668 Jara y Sedal

País Vasco/Euskadi

VALLE DE CARRANZA [Karrantza Harana/Valle de Carranza, municipio de Las Estaciones, Vizcaya/Bizkaia]: [...] Los libros nos citan también que en el año 1668, las Juntas del Valle de Carranza entregaron 200 reales a un cazador de osos. En 1685 se pagaron 250 reales por los daños producidos por los osos. [...]

[HERNÁNDEZ TABERNERO, Israel (2021): Cuando el oso era perseguido en España y valía 75 reales: así se dio caza al último de Vizcaya. Revista Jara y Sedal. Por Israel Hernández Tabernero / 1 de junio de 2021] revistajaraysedal.es


1628 Tassas

Reino de Castilla

Boticas:

[...] Unto de osso preparado, tres reales la onça. [hoja 48]

TASSA DE LOS PRECIOS A QUE SE HAN DE VENDER LAS MERCADERÍAS Y OTRAS COSAS DE QUE NO SE HIZO MENCIÓN EN LA PRIMERA TASSA, Y REFORMACIÓN QUE AORA SE HA HECHO POR LOS SEÑORES DEL CONSEJO, EN ALGUNOS PRECIOS QUE SE PUSIERON EN ELLA. Con las declaraciones de algunas dudas que se han ofrecido sobre la observancia de la Premática que se publicó en treze de Setiembre de mil y seiscientos y veinte y siete años, con la primera Tassa. Madrid. 1628.] google.es/books


1680 Andrés Ferrer de Valdecebro

General

LIBRO UNDEZIMO. PROPIEDADES DE EL OSSO. Avemos visto y admirado en los Teatros de España a este Bruto, obediente a los preceptos de el Maestro, divertir los concursos numerosos, que por entretener a ociosidad se juntan. Decente diversión que impide más achacosos entretenimientos. Nace monstruo basto y feo, desaliñado vulto de huesso y carne formado, sin ofrecer a la vista parte alguna de la fábrica de todo su cuerpo. La Madre, a quien no le desobliga el cariño de serlo la fealdad, se abriga y favorece con su aliento y con la boca, lamiendo la sangre que le encubre las facciones y haze toscos los recientes cachorros. Va descubriendo los miembros tiernos, dándoles con la lengua el aliño que les negó el vientre en el parto, y ofrece a la luz, y al valle, su forma y figura. Crecen, y quando mayores, llegan su estatura a roçarse con la de el más crecido Lebrel; bien, que tan desigual en lo gruesso y corpulento, que de un Osso se pueden formar muchos Lebreles. Tiene la cabeça gruessa, fea y grande, cortadas las orejas, largo el ozico, sangrientos los ojos, dura y fuerte cerviz, la piel lanuda y de color castaño, membrudos los pies y braços, manos dóciles y largas; en la derecha tiene fuerça tanta, que desgarra la rama más favorecida de el más fuerte y firme tronco, rompe la tierra más dura, y arrimado a una peña, tajada, la desquicia y arroja con fácil movimiento. Sin el asseo de la cola no le estrañan los montes de el África, ni las Índias, ni la Europa, que en todas partes se halla. [...]

Lo que singular he notado de esta fiera es, que siendo voraz, coma legumbres y frutas, esto toca en golosina, que no le pueden servir de alimento. Lo que más apetecen son panales, y ay opinión que algunos no se alimentan de otro manjar, a quienes llaman Ossos meleros. No cabe en términos possibles este sentir, puesto que no ay panales todo el año. Todos son aficionados a comerlos, menos, o más, según el parage a donde se hallan; esto passe, todo el año no puede ajustarse con las colmenas. Es muy singular la estratagema que en su robo usan: cogen la colmena y la abraçan con el braço izquierdo; con la derecha mano tapan la puertecilla, de natural industria pulsados, van al arroyo o río más cercano, llegan a besar las márgenes, y la orilla; ponen a pique la puertecilla, danle golpes por la vanda de afuera, salen las engañadas avecillas, y se anegan; a breve rato sacan el corcho al margen, le abren y entregan en sus panales; buelve segunda y tercera vez a hazer lo mismo, hasta que empalagado se retira a su alvergue, dexando desierto el colmenar de abejas, y de miel. Como la miel es caliente, y comen tanta, adolecen grave y peligrosamente de esquinencia y aprieto de garganta. Quando se siente deste accidente herido, busca el remedio a donde le vino el daño. Vase a un colmenar, llega a una colmena, pónese a la puerta de aquella ordenada y compuesta república de Avejas, da golpes a uno y otro lado. Salen llamados, e irritados los oficiosos animalejos, abre su fiera boca el Osso entonces, entreganse de ellas las Avejas, picándole, y fajándola con sus aguijoncillos; las espera y sufre, hasta que vierte sangre, que queda aliviado del dolor e hinchaçon que le aquexava, con que se buelve bueno y sano a descansar a su gruta. [sic] [...]

Hasta aquí de las propiedades del Osso. Cáçase con industria y maña quando quieren llevarle vivo, y es, haziendo en un árbol corpulento y gruesso, hueco, que pueda sustentar aceradas puntas de hierro, con que le rodean. Ponen de la parte de adentro un panal, llega el Osso, vele, entra el ozico y la cabeça, aún que con alguna violencia; al sacarla, como se hiere con las púas, queda preso, por no herirse lo que tan frágil tiene y tan enfermo. Prisionero de los Caçadores, llegan, le cortan los genitales y le llevan cobarde, desalentado y sin fuerça alguna. Los que crían domésticos, los caçan cachorrillos recientes, divertiendo a su madre en el Monte, o aguardándola que salga a la presa. Quando los acosan para matarlos, necesitan de diestros tiradores, porque heridos se enfurecen, como el Javalí, y se abalançan al primero que miran más cercano, aunque esté favorecido del resto de los demás Caçadores, y le hazen pedaços, quitándole la vida. Buscan, heridos, como los Cierbos, el agua, bien que no muera en ellas, se bañan y buelven al Monte furiosos. En dando vista a algún Caçador, hazen estruendo y ruido con la boca, como susurrando; heridos braman, rompiendo el ayre con broncos ecos y temerosas vozes. (pp.223-251)

[FERRER DE VALDECEBRO, Andrés (1680): Govierno general, moral y político, hallado en las fieras y animales sylvestres: sacado de sus naturales propiedades y virtudes... Madrid, por Antonio de Zafra.] bdh-rd.bne.es


1726-1739 Diccionario de Autoridades

Corona de Castilla

OSSO. Animal fiero, mui conocido en España en varias de sus montañas. Vive retirado, es mui torpe y grande. Tiene las uñas romas y los brazos mui gruessos. Suele andar en dos pies, y trepa a los árboles para coger la fruta. Hai mucho que gustan de la miel, y destruyen las colmenas, que llevan al agua para abrirlas. Viene del Latino Ursus, que significa esto mismo. FR. L. DE GRAN. Mem. part. 1. trat. 3. cap. 8. §. 2. El Osso que vá abrazado con la colmena, no se le da nada que por todas partes le piquen las Abejas.

[REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (1726-1739). Diccionario de la Lengua Castellana en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modos de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua. Tomo I (A-B), Tomo II (C), Tomo III (D-F), Tomo IV (G-N), Tomo V (O-R), Tomo VI (S-Z).] Buscador online (Diccionario de Autoridades): apps2.rae.es


1754 Agustín Calvo Pinto

España

De la caza de Ossos. Dos especies de Ossos se crían en España, unos mayores que otros; los mayores se llaman Carniceros, y los pequeños, Colmeneros, por ser su principal presa, las Colmenas. Es el Osso de cabeza grande y fea, cortado de orejas, ojos sangrientos, largo de hozico, la cerviz fuerte, la piel castaña y lanuda, muy membrudo y fuerte de pies y manos, éstas largas y dóciles, y tienen más fuerza en la derecha; destrozan las ramas de los Árboles, mueven las peñas, arrimándose a ellas. Las Ossas, quando paren, sale la cría informe, y lamiéndola, la forma las facciones. Dicen los naturales que hay dos causas para que nazcan assí: la una es el parir a los treinta días y no poderse formar bien el fetus hasta los quarenta; otros dicen (y es más verosímil) que quando están preñadas no las quieren los machos, y rabiosas y sofocadas de esto y del ardor lascivo, se dan muchos golpes en el vientre y abortan antes de tiempo. El Osso fue el que empezó a hacer cuervas para su habitación, según Baldecebro; dio en esto doctrina a los Padres Heremíticos y Siervos de Dios, que se retiraban a los Montes y Desiertos a hacer penitencia. Los Ossos grandes se mantienen de comer frutas, Miel, Bacas y otras Reses silvestres. Los pequeños comen la fruta que derriban de los Árboles, la Miel que sacan de las Colmenas; y para sacarla y que no les ofendan las Abejas, la cogen con una mano y, con la otra, tapan el ahugero por donde salen, las llevan al Río, meten la Colmena en él, las ahogan y, sin peligro, se comen la miel. Diferénciase este Animal de los demás en el beber, pues no beben a lengüetadas ni sorbiendo, sino es tirando bocados a el agua. Plinio y Alberto refieren que hay otos Ossos más pequeños y blancos, que se mantienen de comer Pezes, y para cazarlos se han de buscar por las mañanas y tardes, en los días serenos y nublos, en las orillas de los Ríos y Lagunas. Los Ossos carniceros se cazan en las Montañas y tierras frías, en Ojeos, haciendo los puestos a las salidas de los Montes y entradas de otros; cázanse también atando una Cabra a una mata y, como ésta guarrea tanto de verse sujeta, la oyen los Ossos y salen a ella, y entonces se tira (advierto que a esta cacería no se puede ir sin Bayoneta, pues si no quedan rematados del tiro, se vienen a el Cazador y le harán grave daño). Cázanse también haciendo puesto junto los Colmenares y orilla de las Huertas, en tiempo de frutas; y a éstas acuden más los Ossos Colmeneros (que son los pequeños); y en Fosos, con Redes llenas de plumas. El unto de Osso es especial para que no se caygan los cabellos y para los sabayones. Los livianos [pulmones] hechos polvos, preservan de la inflamación que se hace en los pies ludiendo [frotando] los zapatos. (pp.232-237)

[CALVO PINTO, Agustín (1754): Silva Venatoria. Modo de cazar todo género de Aves y Animales, su naturaleza, virtudes y noticias de los temporales. Su autor, D. Agustín Calvo Pinto y Velarde, Montero de a cavallo de su Magestad. Imprenta de los Herederos de Don Agustín de Gordejuela y Sierra. Año de 1754. Madrid.] books.google.es


1765 Nicolás Fernández de Moratín

Laponia

I - XLIII.

El Oriental Idólatra sujeta

al veloz Tygre, el bárbaro africano

al León rojo desafía, y reta,

pronto el alfange, y el venablo en mano,

y el lapón blanco caza audaz al Oso,

terrible, guedejudo y espantoso.

España

I - LXXX.

Tal vida los antiguos Castellanos

tuvieron: los Alfonsos, los Bermudos,

Ramiros, los Fernandos soberanos,

Ordoños, Sanchos bravos, y sañudos,

y tal vez Manzanares vio al famoso

Garcián Ramírez alanceando a un Oso.

II - VII-XVI

Mas la tragedia más horrenda, y triste,

que España lamentó, fue de Favila;

Oh Monte Auseba, que el suceso viste,

tú lo refieres, porque ya destila

mi vista fiel de lágrimas un río,

viendo tal ruina en un Monarcha mío.

Era Fávila estirpe de Pelayo,

sucesor de su padre, y tierno Joven,

temblando calló el Moro con desmayo,

y él, para que los ocios no le roben

el ánimo heredado, en las laderas

se exercitaba en perseguir las fieras.

Una tarde, siguiendo el Rey a un Oso

membrudo, corpulento, encapotado

con zarpas, y melenas espantoso,

de sus perros, y gente desviado,

cebado en el alcance, se enmaraña

en la fragosidad de la montaña.

Y calando el cerdoso papahigo,

el bruto vuelve la espantable cara,

y aunque el Garzón se mira sin testigo,

rechinando un venablo le dispara;

errole el golpe, y como el riesgo crece,

desnuda la ancha espada resplandece.

Levántase en dos pies, y abre las manos

el tremendo animal, y a brazos viene

con el segundo Rey de los Hispanos;

y aunque el estoque ya embasado tiene,

se traba entre los dos con fuerza mucha

dura, aunque desigual, dudosa lucha.

Cada qual, según puede al otro aferra,

en torno revolviéndose, y bregando

como Alcides, el hijo de la Tierra;

está la fiera al Rey sobrepujando

con muy alta cerviz, pues teme, y sabe,

que un leve golpe allí su vida acabe.

Pero enojado el Rey de la tardanza,

dos veces por el vientre le ha metido

el brillante puñal con gran pujanza;

dió el Oso un horrendísimo bramido,

y aprieta estremeciéndose de suerte,

que a ambos dieron las ansias de la muerte.

Quando veis de Monteros la quadrilla

con dardos, y con lanzas, y anhelantes

los perros forcejeando en la trahilla,

y con ropas de caza rozagantes

la Esposa Joven Reyna, que aquel día

del Rey quiso alegrar la Cacería.

Pásmanse todos de suceso tanto,

la ronca voz se pega a la garganta;

habrá acaso furor, lyra, ni canto,

que pondere el dolor de la alta Infanta?

Si atónitos pinté los circunstantes,

mi engenio apele al velo de Timantes.

Muerto, y despedazado un Rey de España

yace, y muerta la fiera su homicida,

y a entrambos la mezclada sangre baña;

pues tanto importa su preciosa vida,

Oh Cielos! por mi ruego importunados,

de mí Luis apartad tan fieros hados! [...]

V - IV.

Huyendo de las Ursas temerosas

de bañarse en el Mar, y del Bootes,

vienen cien mil Esquadras numerosas,

porque (oh Roma) ya esclava ser denotes,

como quando faltando Apolo rubio,

anegó el Orbe universal Diluvio.

V - XX.

Y a los informes Osos abortados

por rabias de su madre, que lamiendo

los ve en su fealdad perfeccionados,

o iranlos en Ojeos remetiendo,

o alguna Cabra atada cebo sea sea [sic],

quando oprimida intrepida garrea.

V - XXII.

De una Doncella robador y amante

un Oso fue, depuesta la fiereza;

quién de tal mezcla habrá que no se espante,

viendo degenerar Naturaleza?

Él camina en dos pies para que asombre

tosco modelo sin pulir del hombre.

V - XXIV.

Porque para las obras, y artificios

tal división parece que se ha hecho;

o hecha, la aplicó el uso a los oficios;

causa el Oso trabajo, y no provecho,

que en esto, insigne Luis, se parecía

tu Real Caza a mi dulce Poesía.

[FERNÁNDEZ DE MORATÍN, Nicolás (1765): La Diana, o Arte de la Caza: Poema dedicado al Serenísimo Señor D. Luis Antonio Jayme de Borbón, Infante de las Españas, etc. Por Don Nicolás Fernández de Moratín, Criado de la Reyna Madre Nuestra Señora. Oficina de Miguel Escribano, Año de 1765. Madrid.] books.google.es


1772 Cédula (Carlos III)

España

Cédula de 16 de Enero de 1772. Se manda guardar y cumplir la Ordenanza formada para el modo de cazar y pescar en estos Reynos; cuyo tenor es el siguiente: [...]

X. Las Justicias del Reyno providenciarán la montería o cacería de lobos, zorros, osos y otras fieras perjudiciales quando la necesidad lo pida, con la prevención de que no se pongan cepos en camino, veredas y otros parajes donde puedan causar daños a personas y ganados, haciendo las Justicias se gratifique según ordenanza o costumbre de los Pueblos a las personas que llevasen algún lobo, lobos, o camadas de ellos, vivos o muertos.

[SANCHEZ, Santos (1803): Colección de Pragmáticas, Cédulas, Provisiones, Autos acordados, y otras providencias generales expedidas por el Consejo Real en el Reynado del Señor Carlos III. Cuya observancia corresponde a los tribunales y jueces ordinarios del Reyno, y a todos los basallos en general. Por don Santos Sánchez, Oficial de la Escribanía de Cámara y Gobierno del mismo Consejo. Tercera edición. Imprenta de la viuda e hijo de Marín. Madrid. año de MDCCCIII.] books.google.es


1782 Jara y Sedal

País Vasco/Euskadi

ARRIGORRIAGA [municipio del Gran Bilbao, Vizcaya/Bizkaia]: [...] En 1782 en Arrigorriaga aparece escrito como, por falta de estímulo de los vecinos, iban en aumento los animales salvajes, y se estableció un premio de 75 reales de vellón para quien matara un oso, 40 si era cachorro y 4 si era cría. Igualmente, las anteiglesias de San Miguel de Basauri, Zarátamo, Miravalles, Oquendo, Arrancudiaga, Abando y Baracaldo establecieron premios por la caza de los osos. [...]

[HERNÁNDEZ TABERNERO, Israel (2021): Cuando el oso era perseguido en España y valía 75 reales: así se dio caza al último de Vizcaya. Revista Jara y Sedal. Por Israel Hernández Tabernero / 1 de junio de 2021] revistajaraysedal.es


1782 Francisco Dieste

Reino de Aragón

Los Osos no se internan mucho en este Reyno porque aman la soledad y huyen de las tierras de mucha población y cultura, pero se hallan en las montañas y parajes fragosos, escarpados e incultos, devoran todo viviente y son los que tienen entre todos los animales el más exquisito olfato. En tiempo de invierno suelen estar retirados en sus cuevas muchas semanas, sin comer, supliendo la demasiada gordura que adquieren en el Otoño. Quando salen, no retroceden de su camino ni huyen al aspecto del hombre, pero en percibiendo algún silvido, se sorprenden y enhiestan sobre los pies de atrás, cuyo tiempo se debe aprovechar para que el cazador le dispare, advirtiendo que si no lo mata y dexa en aptitud de poder ofender, irá con furia a vengarse del agresor y, abrazándolo con sus garras, en un instante le romperá la armazón de los huesos y lo sofocará sin remedio, si no tiene compañeros que lo socorran a tiempo.

En Suecia, Noruega y Polonia, afirma Mos. Buffon, que los cazan echándoles aguardiente en la miel, de que son amantísimos, y así se embriagan, y se hace fácil matarlos. En la Luisiana, Canadá, y otros parajes de América, suelen criar en la concavidad de troncos de altura de treinta y quarenta pies, ponen fuego al pie del árbol, conque la madre se ve precisada a baxar y salir, y detrás los cachorros, y entonces se les tira y mata. Viven hasta veinte y cinco años, poco más o menos, son muy iracundos, y por eso no hay que fiar, ni aún de los domesticados que traen los Saboyanos y Suizos, pues aún a sus amos perdonan muchas veces, si se enojan, mayormente si reciben algún golpe en las narices, o en sus partes. [...]

Son muy repetidas las órdenes del Rey Ntro. Sr. (que Dios guarde) para que las Justicias y Ayuntamientos de los Pueblos dispongan cacerías, de modo que sus respectivos vecinos salgan a caza, a fin de perseguir y matar, en especial los Osos y Lobos, que son las fieras más perjudiciales al Público. El medio principal para que resulte la extinción de esta mala casta es la gratificación de un decente premio al perseguidor que los mata.

Son muy repetidas las órdenes del Rey Ntro. Sr. (que Dios guarde) para que las Justicias y Ayuntamientos de los Pueblos dispongan cacerías, de modo que sus respectivos vecinos salgan a caza, a fin de perseguir y matar, en especial los Osos y Lobos, que son las fieras más perjudiciales al Público. El medio principal para que resulte la extinción de esta mala casta es la gratificación de un decente premio al perseguidor que los mata. Buen ejemplo para ello nos da nuestro Monarca, pues tiene señalados varios premios a los Guardas y Monteros de los vedados y bosques Reales, a fin de conseguir la eficaz persecución de aquellas fieras, pues manda satisfacer por su Real Erario el caudal señalado, que aquí se expresa: [...]

Los Monegros: Lanaja, Alcubierre, Robres (municipios de Huesca); Monegrillo, Farlete, Perdiguera, Leciñena (municipios de Zaragoza)

De los Lobos, que en estos bosques y venados mata el Rey Nro. Sr., se cobra por cada uno 44 reales de vellón, y los paga la Mesta de Ganaderos de Castilla, los que tiene cedidos S. M. al Ballestero principal. La misma Mesta de Ganaderos paga igual premio por qualquiera otro Lobo, que se le presenta, aunque sea cogido en otros montes comprendidos en la Mesta. Al cobrar el premio, se señalan aquellos animales, y aves; a éstas quitándoles sus cabezas, y aquellos una oreja, o mano. Como los premios son cortos, no mueven ni excitan mucho a esta persecución, en especial a los que tienen algún otro modo de vivir, más cómodo y de menos riesgo; por esto no se verifica generalmente en todo el Reyno. Y deseando dar algunos medios para minorar, o extinguir estos enemigos, siquiera los más voraces y perjudiciales, como son Osos, Lobos, Zorras, Fuinas y Gatos monteses, compreendiendo un premio que pueda estimular los perseguidores, me ha parecido escribir algunas reglas y la práctica que se observa en los Lugares siguientes: [...]

En aquellos Lugares no resulta Concordato en quanto a Osos, porque no los hay en sus términos; tampoco tienen Concordato en quanto a las Raposas y Gatos monteses, pero abundan semejantes especies en estos montes; aunque el Ayuntamiento de Lanaja da un sueldo por cada Zorra que se mata en su monte, y para señal ha de entregar la cola el matador. [...]

Del Premio. Sería muy conveniente se considerase igual premio por todas las fieras ya expresadas, que el Rey Ntro. Sr. considera en sus bosques y manda pagar a sus Monteros, quando menos de la mayor parte, como son por el Gato montés, Fuina, Jineta, Tejón, Turón, Culebra, y aves de rapiña, y por los demás animales fieros, el tanto que luego insinuaré, a fin de que el perseguidor pueda proporcionar el tiempo que gasta, con el premio que se promete. [...] Con lo qual me persuado que no habrá Oso, Lobo, Gato ni Zorra que no experimente puntualmente el efecto de su destrucción. Para mayor claridad de los respectivos premios, se pone la tarifa siguiente:

(Razón y distribución de premios conforme al pensamiento referido.) (Reales de Vellón) (1º y 2º año) (3º y 4º) (5º y 6º) (7º y 8º)

Por cada Oso grande: 200, 400, 800, 2400 reales.

Por cada uno de cría: 100, 200, 400, 1200.

Por un Lobo grande: 160, 320, 640, 1920.

Por cada uno de cría: 80, 160, 320, 960.

Lobo o Gato Cerval: 60, 120, 240, 720.

Por cada Zorra: 20, 40, 80, 240.

Pasados los ocho años, para adelante se pudiera doblar, o añadir un tercio a dicho premio del séptimo y octavo año, a fin de que nunca cese tan importante cuidado. [...]

[DIESTE Y BUIL, Francisco (1782): Tratado económico dividido en tres discursos. I. Crianza de gallinas, y considerables utilidades, que producen a su dueño. II. Compra de primales para venderlos al año siguiente por Carneros. III. Modo de procurar la extinción de Fieras perjudiciales al Ganado, y aves domésticas, y que las de rapiña lo sean menos. [pp.190-230] Su autor, D. Francisco Dieste y Buil, Vecino de la Villa de Lanaja, Diputado y Apoderado General de el Cuerpo de Ganaderos de las Montañas y Tierra llana del Reyno de Aragón. Socio de su Real Sociedad de Amigos del País, a quien lo dedica. En Zaragoza, por Blas Miedes, Impresor de la Real Sociedad.] bdh-rd.bne.es


1802 Real Academia de la Historia

Navarra/Nafarroa

NAVARRA: Geografía de Navarra. [...] La caza de perdices, codornices, torcaces, faisanes, tórtolas, conejos y liebres es común en el país y abundante. Los montes crían lobos comunes y cervales, algunos osos, jabalíes, corzos, cabras, gatos monteses y de algalia, zorros, tejones, liebres muy grandes, ardillas de delicado gusto y garduñas. También se hallan en ellos, chochas, chorlos [chorlitos], tordos, malvises, grajas, aguiluchos, gabilanes [sic], cuervos, buytres y otras especies de aves y culebras.

[REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA (1802). Diccionario geográfico-histórico de España. Imprenta de la Viuda de D. Joaquín Ibarra. Madrid.] 1802: Navarra y País Vasco, Sec.I-Vol.I (ABA), Sec.I-Vol.II (MAC)


1804 Jose Grau i Roser Puig

España

[...] La Reial Cèdula del 3 de febrer del 1804 sobre caça i pesca ratifica la prohibició de "las batidas y monterías de lobos, zorros, osos y otras fieras perjudiciales". [...]

GRAU I PUJOL, Josep M. T. i PUIG I TÀRRECH, Roser -historiadors- (1990): El llop i la guilla, dos cànids perseguits (segles XVIII i XIX). Revista de Girona, Núm.140, maig-juny, 1990, pp.37-42.] raco.cat (pdf)


1823 Bory de Saint-Vincent

Galicia: Ferrol

2. LES ASTURIES. [...] Les sommets les plus altiers, presque toujours couverts de neiges, sont dépourvus de végétation; mais les pentes mitoyennes sont assez abondamment couvertes de Châtaigniers, de Bouleaux, de Pins et autres arbres qui forment quelques grandes forêts à l'ombre desquelles on se croirait dans celles du reste de l'Europe occidentale. Ces forêts fournissent du bois de construction à la consommation du département maritime du Ferrol; elles sont peuplées d'Ours qu'on ne retrouve pas aussi fréquemment dans les autres montagnes de la Péninsule; et l'on entre dans peu de maisons des Asturies ou des parties montueuses de la Galice, qu'on n' y trouve des peaux de ces animaux qui servent de tapis de pied. [...] (p.264)

Castilla y León: León

7. PROVINCE DE LÉON. [...] Les parties septentrionales, limitrophes des Asturies, en sont pauvres et montueuses, et peuplées d'Ours qui s'y plaisent au milieu des plus épaisses forêts de Chênes que présente la Péninsule. [...] (p.412)

Cantabria

13. PROVINCE DE SANTANDER. [...] Elle est ce qu'on nommait la montagne de Burgos [Cantabria también se llamó La Montaña de Burgos], contrée fort coupée, ressemblant aux Asturies, dont elle n'est guère qu'une continuation, et à laquelle tout ce que nous avons dit de l'aspérité de ce pays, des neiges qui s' y fondent rarement, des grandes forêts qu'on y trouve habitées par les ours, et entièrement commum. On la divise en trois cantons principaux. [...] (p.443)

Madrid: El Pardo

19. PROVINCE DE MADRID. [...] La 'Casa de Campo', habitation royale des champs, embellie par Joseph, située vis-à-vis le palais, de l'autre côté du Mançanarès, et où se rencontrent d'aimables ombrages, offre avec les bois du Pardo, château de chasse peu éloigné de Madrid, tout ce qui reste des forêts qui couvraient le pays au quatorzième siècle: forêts qu'on trouve, dans quelques parchemins de cette époque, avoir été "buen monte de puerco y oso", bien remplies de sangliers et d'ours. [...] (p.474)

Extremadura: Guadalupe (Cáceres)

23. PROVINCE DE CACÉRÈS. [...] Guadalupe qu'un couvent d'Hiéronimites rend fort célèbre. Ce lieu donne son nom aux montagnes dont il est environné; ces montagnes, sans être très-élevées, n'en sont pas moins âpres, et rendent par leur escarpement, les communications très-difficiles entre leurs vallées qui sont presque désertes, remplies d'abondans pâturages, et couronnées, dans quelques parties, de forêts de châtaigniers, qui servent d'asile aux Cerfs, aux Chevreuils [corzos], aux Sangliers et aux Lynx dont le canton est rempli; nous n'avons pas ouï dire qu'on y trouvât des Ours; ces animaux ne paraissent se plaire en Espagne que dans les montagnes du système Pyrénaïque. [...] (p.508)

[BORY DE SAINT-VINCENT, Jean-Baptiste (1823): Guide du Voyageur en Espagne, par M. Bory de Saint-Vincent, correspondant de l'académie de sciences, l'un des officiers supérieurs anciennement attachés au dépôt de la guerre, et aide-de-camp de son excellence le duc de Dalmatie, durant la dernière guerre d'Espagne (1808 a 1813). Louis Janet, librairie, rue Saint-Jaques, n.º 5. Paris. 1823.] books.google.es


1826-1829 Miñano

Catalunya, Aragón, País Vasco/Euskadi y Navarra/Nafarroa

PIRINEOS (IMUM PIRIN) [Los Pirineos, Euskadi, Navarra, Aragón, Cataluña, Andorra y Francia]: Se crían, pues, osos, javalíes, lobos comunes, lobos cervales o linces, zorros, gatos monteses, venados, corzos, gamos, cabras monteses o rupicabras, rebezos [sic, rebecos], liebres, conejos, ardillas, martas y nutrias; águilas, buitres, alcones, esmerejones, gavilanes, perdices comunes y blancas, chochas, francolines, faisanes, gallos monteses, tórtolas, tordos, torcaces, y variedad de pájaros.

Asturias

CASO [concejo de la comarca del Nalón]: Abunda en osos, javalíes, lobos comunes y algún otro cerval, en corzos robesos [sic, corzos, rebecos?], tejones, zorros y alguna liebre.

PROAZA [concejo de la comarca Camín Real de la Mesta]: En los (montes) de Bandujo, Traspeña y Sograndio se crían javalíes, se encuentra algún oso, muchos corzos, lobos vaqueros y cervales, gatos monteses, zorros en todas partes, y lo que es más útil, liebres, perdices y arceas.

SANTO ADRIANO [concejo de la comarca Camín Real de la Mesta]: Abunda la caza de perdices, arceas y otras aves; hay liebres y corzos, y también animales bravos y dañinos: zorros, lobos vaqueros y cervales, javalíes, gatos monteses, y se dejan ver de cuando en cuando algunos osos y rebezos [sic, rebecos].

SOMIEDO [concejo de la comarca Camín Real de la Mesta]: Se crían en sus montes osos, lobos, javalíes, tejones, robezos [sic, rebecos], ardillas, algún venado, liebres y lobos cervales, que parece ser los que Bufon llama linces.

[MIÑANO Y BEDOYA, Sebastián (1826-1829). Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal. Imp. Pierart-Peralta. Plazuela del Cordón. Madrid. 1826: Tomo I (A-BAR), Tomo II (BAR-CAS), Tomo III (CAS-ESP), Tomo IV (ESP-HOC), Tomo V (HOC-MEM); 1827: Tomo VI (MEN-PES), Tomo VII (PES-SAN), Tomo VIII (SAN-TOR); 1828: Tomo IX (TOR-VIL), Tomo X (VIL-Z); 1829: Tomo XI (Suplemento)]


1845-1850 Madoz

Catalunya, Aragón, País Vasco/Euskadi y Navarra/Nafarroa

PIRINEOS [Los Pirineos, Euskadi, Navarra, Aragón, Cataluña, Andorra y Francia]: No interesa menos la zoología de aquellas montañas. La escabrosidad de ellas, su dilatación, la inaccesibilidad de la mayor parte, su frescura y la diversidad de una vegetación que proporciona la subsistencia y abrigo del fiero reino animal, son todos medios poderosos para que en ellas estaciones y críe una grandísima porción de especies y se mantengan las demás todo el año, aún en el invierno. Desde el oso, entre los cuadrúpedos, hasta el arminio hermoso, se cuenta una larga serie de ellos, que ya por sus pieles, ya por sus carnes, ya por sus singulares instintos, merecen un examen detenido, bien se consideren como interesantes a nuestra economía y comercio, bien como objetos particulares de la historia natural. El oso puede reputarse, con razón, por el monarca de nuestras selvas. Se crían bastantes y de gran magnitud; su cacería es siempre peligrosa. Duermen con efecto, o al menos pasan muy retirados en las cavernas, los cuatro meses de riguroso invierno, y cuando ya el bochorno empieza a derretir las nieves en la primavera, salen de sus guaridas, y lánguidos y extenuados como están de una larga abstinencia, se dirigen por un impulso natural hacia los sitios de majada, donde el calor del estiércol ha conservado algunos insectos, levantan como pueden las piedras movedizas, aplican la lengua a la excavación y, pegándose a ella las hormigas, las engullen y trasladan a sus fríos estómagos. Este alimento que la próvida naturaleza les preservó en la época de los yelos, es mucho sustento sin dejar de ser abundante. En breve pone a estas fieras en estado de poder masticar las raíces y yerbecillas, y de adquirir fuerzas, no tardando en presentarse con dignidad y amenazar al que quiera inquietarles en sus madrigueras, hasta que llegado otra vez el tiempo del frío y de las nieves, desaparecen y se sepultan en las cuevas. Entretanto no se crea, como algunos han supuesto, que se mantienen de destrozos; no son los más los que se alimentan de ganado; a excepción de uno que otro que llega a cebarse en ellos, los demás son herbívoros o fructívoros, a no ser que se hallen heridos y respiren venganza, en cuyo caso son terribles.

Aragón

ACUMUER [localidad de Sabiñánigo, Alto Gállego, Huesca]: También cría lobos, zorros, osos y jabalíes en el monte, que causan notable perjuicio en los campos y ganados.

AISA [valle de Aísa, La Jacetania, Huesca]: Entre estas espesuras se anidan los osos, lobos, zorros, javalíes y corzos.

GARONETA (LA) [venta y caserío de Huesca]: Hay caza de toda especie de pluma y pelo, principalmente de sarrios, zorras y jabalíes, en términos que estos últimos se ven muchas veces en manadas de diez y doce, y alguna que otra vez, también se ven osos, procedentes sin duda del puerto de Caufranciudad. Los moradores de este país son sumamente aficionados a la persecución y caza de estas fieras, llegando su temeridad hasta apostarse en las entradas de su guarida que se titula la cueva de las Ollas, con paja encendida en una mano y en la otra un cuchillo o bayoneta para herirles o matarlos.

Catalunya

AINETO [pueblo de Lladorre, Pallars Sobirà, Lleida]: Hay cabras monteses, osos, liebres, conejos y perdices.

Asturias

ABIEGOS [Pueblo del concejo de Ponga]: En el monte se encuentran osos, jabalíes, lobos, la paso que se cazan perdices, chochas y faisanes.

ACEBO (EL) [Acebo/Acebu es un núcleo de población de Molinaseca, El Bierzo, León]: (Tiene) abundancia de lobos, osos y jabalíes.

AGUERA (SAN ANDRES DE) [Agüera, aldea y parroquia de Belmonte de Miranda, comarca de Oviedo]: Se encuentran lobos y osos.

ALESGA (SAN SALVADOR DE) [Alesga, oficialmente, San Salvador d'Alesga, es un lugar y una parroquia del concejo de Teverga, comerca de Oviedo]: Hay colmenas, caza de osos, tejones, jabalíes, corzos, robezos, zorros, liebres, perdices pardas y reales, palomos zuritos y tuscos [sic, turcos, tórtola?], algunos freisanes [sic] y codornices.

POLA DE LENA []: Los habitantes de este conciudad son muy robustos y dotados de hercúleas fuerzas, viéndose algunos que en la caza de osos luchan con estas fieras brazo a brazo.

Cantabria

ABELLANEDO [Avellanedo es una localidad de Pesaguero, comarca de Liébana]: Cría ganado vacuno, cabrío y lanar; caza de osos, jabalíes, corzos, liebres y perdices, encontrándose también alguno que otro faisán, y pesca de truchas y anguilas.

AGUAYO (SAN MIGUEL DE) [San Miguel de Aguayo, comarca de Campoo-Los Valles]: (Tiene) caza de jabalíes, liebres y perdices, encontrándose también algunos osos y zorros.

Navarra/Nafarroa

RONCAL [valle del Roncal/Erronkariko ibaxa, en la merindad de Sangüesa]:Hay mucha caza de osos, lobos, jabalíes, zorros, ardillas, buitres, sarrios, tordos y malvises.

Castilla y León

ACEBO (EL) [Acebo es un núcleo de población de Molinaseca, El Bierzo, León]: (Tiene) abundancia de lobos, osos y jabalíes.

Castilla-La Mancha

ALBACETE [provincia de Albacete]: La caza de pelo y pluma es abundante, y no lo son menos los animales dañinos, especialmente en los partidos de Alcaraz y Yeste, en los cuales, al paso que se encuentra multitud de corzos, machos y cabras monteses, hay porción considerable de lobos, zorras, algunos gatos monteses, javalíes y aún se han visto algunos osos.

ALCARAZ [antiguo partido judicial, Sierra del Alcaraz, Albacete]: Las principales montañas son las de Paterna, la Almenara, los Calares del Mundo, Peña del Oso (jurisdicción de Riopar), el Padrón, Cerro-venero o minero, y Peña del Cabrón.

[MADOZ, Pascual (1845-50). Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Imprenta de D. Pascual Madoz. Calle de Jesús y María, núm.28 & Est. Tipográfico-Literario Universal, Calle de la Madera baja, núm.4. Madrid.] 1845: Tomo I (ABA-ALI), Tomo II (ALI-ARZ); 1846: Tomo III (ARR-BAR), Tomo IV (BAR-BUZ), Tomo V (CAA-CAR); 1847: Tomo VI (CAS-COR), Tomo VII (COR-EZT), Tomo VIII (FAB-GUA), Tomo IX (GUA-JUZ), Tomo X (LAB-MAD); 1848: Tomo XI (MAD-MOS); 1849: Tomo XII (NAB-PEZ), Tomo XIII (PIA-SAZ), Tomo XIV (SEA-TOL), Tomo XV (TOL-VET); 1850: Tomo XVI (VIA-ZUZ). Consultas online: diccionariomadoz.com


4.4.1869 La Idea (periódico)

Aragón, etc.: Los Pirineos

Dicen que los Pirineos están cubiertos de nieve, de tal manera que, acosados los osos por el hambre, penetran en las poblaciones, devorando cuanto encuentran. No hay que alarmarse tanto: si fueran 'neos' ya sería otra cosa. [Se refiere a los neo-católicos]

[La Idea: diario republicano. 4 de Abril de 1869] (hemeroteca: bibliotecavirtual.aragon.es)


6.5.1883 El Palafrugellense (periódico)

Catalunya: Camós (Pla de l'Estany, Girona)

Por personas que nos merecen entero crédito, hemos sabido corre por las montañas de Camós un oso, que, según se dice, se escapó en la Taulera, cerca de S. Feliu de Guíxols, al que lo conducía. Lleva todavía la cadena que le sujetaba. Añádese, se ha comido una oveja y un cordero de una casa de campo. Se repite de V. affmo. amigo y s. s. q. b. s. m., El Corresponsal.

[El Palafrugellense. 6 Mayo de 1883: link. Buscador de prensa catalana: cercador]


3.6.1883 El Palafrugellense (periódico)

Catalunya: Camós (Pla de l'Estany, Girona)

¿QUÉ SERÁ? OSO, LOBO O 'CANARD' ['canard'= fake news]. Circuló hace ya algunos días con profunda insistencia la noticia de haber aparecido un oso en las montañas de Camós, y a juzgar por la manera de comentarse, dicho animal se había escapado a unos húngaros que por allí pasaron. Creció de punto la tal nueva y bien pronto se citaron nombres de personas que lo habían visto, no faltando autoridad que anhelosa de tener una memoria del cuadrúpedo, su piel no reclamase en el caso de ser habido. En tal estado de cosas, dimos de ello cuenta a nuestros lectores, a fuer de oportunos gacetilleros, y la noticia cundió, si caber puede con mayor insistencia que de un principio, empero siempre cubierta de cierto misterio por unos y de cierta repugnancia por parte de esas gentes incrédulas, que ya en el café, en la calle y en el paseo, tienen por prurito de sus discusiones la contradicción sistemática de cuanto por la gran mayoría de sus semejantes reviste el carácter de lo muy posible. Dicen unos: que no es oso, sinó un lobo que anidó en los montes de la Llagostera, añaden otros que no se sabe oficialmente se escapara de los húngaros el carnicero animal; no faltando tampoco quien asegura ser un gran 'canard' la versión. ¿Quién está en lo cierto, pues? ¿De quiénes es la razón? ¿Es realmente un oso, un lobo o un gran 'canard'? Esto es lo que nos preguntamos al tomar la pluma para borronar estos renglones que a guisa de artículo damos hoy a la luz del público.

Que hay algo, no se puede dudar. Averiguémoslo. Los primeros que aseguraron haberlo visto fueron dos hijos del conocido propietario de S. Cipriano de Lladó, D. José Subirana; dióse parte a la autoridad, que ordenó por toda medida se le reservara la piel en el caso de darle caza. A los pocos días, confirmábase lo dicho por los hijos del señor Subirana, con la desaparición de uno de sus rebaños de tres cabezas de ganado lanar, seguida de otras en los mansos 'Caborca' y Plaja de Fitó, Mont de Calonge y otras varias que sería prolijo enumerar. No faltaron tampoco, para dar más crédito a la cosa, personas que asegurase el haberlo visto, y a tal punto se llegó, que hubo quien cayó enfermo (el hijo de D. Miguel Gispert y Carbonell de Calonge) por haberle salido tan inesperado huésped. Tomáronse a declaración algunas de las indicadas personas, y todas sin la más pequeña excepción ratificáronse a lo mismo, asegurando y dando fe de que realmente habían visto el oso; más aún, pasó sobre el terreno una autorizada persona, como lo es el distinguido veterinario de La Bisbal, D. José Feliu y dijo que era cierto que por allí había pasado un oso ya que sus huellas se descubrían claramente. Si a todo esto añadimos que nuestros montañeros están con un verdadero pánico, creyendo tendrán ese cauteloso huésped por mucho tiempo ya que por más que permanezcan al orden de los carniceros, es el que menos le incita el cebo de la carne, y aún vive muy contento comiendo tan solo frutas y raíces, no se extrañará que llamemos la atención de las autoridades sobre el 'peludo' animal a fin de que sepamos pronto si es oso, lobo o 'canard'. MIGUEL TORROELLA Y PLAJA.

[El Palafrugellense. 3 Junio de 1883: link. Buscador de prensa catalana: cercador]


30.8.1871 Jara y Sedal

País Vasco/Euskadi

MAÑARIA [municipio del Duranguesado, Vizcaya/Bizkaia]: El oso pardo (Ursus arctos) siempre ha sido una especie temida por aquellos otros animales que coexisten con él. Si echamos mano de la literatura cinegética clásica como el "Origen y dignidad de la caza", de Juan Mateos, o en el "Tratado de Montería" del Siglo XV, comprobamos que los osos fueron perseguidos en todos aquellos montes de nuestro país en los que se encontraban. [...]

Así se dio caza al último oso de Vizcaya. Uno de los testimonios que mejor reflejan cómo era la realidad del oso hasta hace solo un siglo nos llega de la mano de este texto de Juantxi Sarasketa, publicado en la edición impresa de "Jara y Sedal" hace unos años y que rescatamos a continuación:

Hace ya 150 años que en los montes de Urkiola y en la zona denominada como Eskillar de la Peña Eskubaratz más abajo de Kanpatorrosteta, el morroi (criado) de la familia Bizkarra del caserío Askondo, logró abatir junto a otros dos vecinos y con una escopeta de avancarga, un magnífico oso pardo que días atrás les había matado varias ovejas. Juan Aguirre (q.e.p.d.) del caserío Barrenengo, del precioso valle de Urkuletas, corazón de esta ubérrima cordillera de porte majestuoso, nos contó allá por el año 1995 cómo estos tres jóvenes baserritanas una noche de invierno hicieron un aguardo al oso en lo alto de la montaña.

La fortuna quiso que al retirarse el oso al amanecer tropezase con una cabra a la que mató al instante. Sus chillidos alertaron a los cazadores que de un certero disparo hicieron rodar peñas abajo al último oso pardo de Vizcaya. Eran otros tiempos, y nada se les puede achacar a estos intrépidos cazadores / ganaderos que en definitiva defendían sus intereses de la única forma que podían hacerlo. De hecho, en aquel agosto de 1871 el ayuntamiento de la anteiglesia de Mañaria concedió un diploma en perpetua memoria al cazador que abatió el último oso de Bizkaia.

Placa: "El Ayuntamiento de la Anteiglesia de Mañaria, a D. Juan Cruz Vizcarra (Ascon) para perpetua memoria y como prueba de agradecimiento por el oso que mató en la peña de Esquilarri a las cuatro de la mañana del día 30 de Agosto de 1871."

Oso pardo cazado en Mañaria (Duranguesado, Vizcaya), en 1871.

Foto antigua de un cazador con un oso © Archivo de Éibar

[HERNÁNDEZ TABERNERO, Israel (2021): Cuando el oso era perseguido en España y valía 75 reales: así se dio caza al último de Vizcaya. Revista Jara y Sedal. Por Israel Hernández Tabernero / 1 de junio de 2021] revistajaraysedal.es


14.1.1887 Diario de Tortosa

Información general

CURIOSIDADES.- Escala de la vida zoológica: El conejo vive de 6 a 7 años. La ardilla de 7 a 8. La zorra de 11 a 15. El gato de 12 a 16. El perro de 16 a 20. El lobo y el oso de 18 a 20 [realmente, el lobo en libertad, unos 13; el oso, 20-25]. Las reses vacunas, lanares y cabrías de 18 a 20. El rinoceronte de 20 a 22. Las aves de corral de 22 a 28. El cachalote de 28 a 30. El caballo, el asno y el mulo de 30 a 35. El camello 100 [40-50]. La tortuga 110 [70]. El águila 120 [70]. El cisne 160 [35]. El elefante 400 [70]. La ballena 1000 [de 65 a 85]

[Diario de Tortosa. Viernes 14 Enero 1887: link. Buscador de prensa catalana: cercador]


1891 Rafael García Álvarez

España

Orden 9.º - Carnívoros o fieras.- [...] Pertenecen a este grupo (úrsidos) los osos, animales de gran talla y fuerza, con la cola muy corta, una de las especies más comunes en Europa es el oso común o pardo (Ursus arctos), que se encuentra en los Pirineos y montañas de Asturias. [...] (p.522)

[GARCÍA ÁLVAREZ, Rafael (1891): Elementos de Historia Natural, por el Doctor Rafael García Álvarez, catedrático de esta asignatura en el Instituto de Granada. Granada: Imp. de Indalecio Ventura.] bdh-rd-bne-es


28.8.1898 El Vendrellense

Catalunya: el Vendrell (Baix Penedès, Tarragona)

Cinematógrafo. Dos o tres baturros rascando guitarras, cuatro carricoches con toldo al revés, un viejo organillo de 'tutti colori' y una bolera con su calañés; una caravana de feos gitanos con unos vocablos de boca infernal, la mar de chiquillos de mala crianza y un perro lobezno de el Senegal, tres mozas desnudas, dos cabras domadas, seis asnos enclenques, un gato montés; un pordiosero que tuvo fortuna y otro potentado que ya no lo es; gallegos ilustres que hoy pordiosean, deshechos de gracia hasta reventar, dos loros, un mico, un oso pintado, dos majas de rastro del Santo Lugar; algún coji-tranco, un mudo que no habla con varios lisiados de pura ocasión, exhíbense gratis de noche y de día debajo el tinglado de nuestra estación. Enrique.

[El Vendrellense. Núm.309. Vendrell 28 de Agosto de 1898. p.2.] Arxiu de Revistes Catalanes Antigues: arca.bnc.cat (elegir palabras clave)


1904 Sabadell Moderno

Asturias

GRITOS DEL ALMA.- [...] Trepamos por la breña, nos elevamos a la cumbre de las montañas y en agrestes picos, divisando las brumas del Cantábrico. Entonamos un canto de salvajes a la patria perdida allende los mares por esa canalla que aún no ha encontrado, pero que encontrará, Dios mediante, algún día su castigo. Al dormir luego, tapándonos con el heno seco del pajar, al hacer la guardia en el puesto de espera, atentos al grito del rapaz y ladrido del perro que levantaban al corso [sic], al gato montés o al rebeco, al descender asiéndonos a la roca o resbalando, al creer que bramaba el oso, y al empuñar el rifle, no sentíamos otras ideas que las de nuestra regeneración, con la reorganización de ese ejército inútil que mata las energías contributivas del país, dormitando en las guarniciones y embriagándose con la atmósfera viciada de los casinos, del café y de la cantina cuartelera, con las cursilerías modernistas en el vestir, con el ridículo 'sport' de paseos y maniobras militares carreteras, y con la 'chillería' del jefe que sale malhumorado de su casa-pabellón para el rutinario ejército táctico a la 'federica' [vestido como los rejoneadores portugueses]. [...] Semper Talis.

[Sabadell Moderno. Núm. 219, 220, 222 y 223. Martes 18 de Octubre de 1904. p.2. Historia que continúa en los números siguientes.] Arxiu de Revistes Catalanes Antigues: arca.bnc.cat (elegir palabras clave)


1905 Los Deportes

España

Las Alimañas. Es necesario de todo punto que todo el que caza vaya provisto de la competente licencia, y que, al menos, la mitad de los que éstas producen se aplique a la extinción de los animales dañinos. Las alimañas destruyen tanta caza, que basta hacerse cargo de la poca que hay allí donde sólo impera la Naturaleza. Creerán algunos que basta impedir al lacero y al dañador ejercer su oficio para que la caza prospere: es un gran error. Las zorras por un lado, y multitud de animales dañinos alados y cuadrúpedos por otro, se encargan de despoblar el monte y la llanura.

La tarea está indicada para aquellos a quienes interesa la abundancia de caza: pedir en debida forma al Poder público que allí donde se entrega el tributo que el coste de la licencia de caza representa, sean abonadas con arreglo a la tarifa las alimañas que se presenten. Todos sabemos lo que sucede hoy día: atrasados los Ayuntamientos en general, quedan sin abonar las cuotas legales al que presenta alimañas muertas. Natural es que, careciendo de estímulo, nadie emplee sus afanes en una tarea que la colectividad no agradece. Muy de veras recomendamos a los cazadores este punto: la asociación y estímulo constante al que destruye alimañas; la propagación de los métodos en círculos, periódicos y conferencias; por nuestra parte, describiremos más adelante los ingeniosos artefactos que emplean países que nos aventajan en abundancia de caza, sólo por su inteligente administración, y concluiremos estos apuntes proponiendo esta tarifa para el pago de alimañas muertas:

Cuadrúpedos dañinos (en pesetas): oso, el honor; jabalí; el honor; lobo adulto, 10; loba, 15; loba preñada, 20; lobezno, 5; zorro, 5; zorra, 7'50; zorra preñada, 10; zorrillo, 2'50; lince, 10; gato montés, 5; garduña, 3; turón, 3; nutria, 3; comadreja, 1.

Aves de rapiña diurnas y nocturnas: Águila real, 10; águila común, 5; águila de mar, 5; halcón, 2; gavilán, 2; búho, 5; urraca, 0'25.

Alimañasen el artículo 39 de la ley de caza de 1903. Recompensas.

[Los Deportes. Núm.383. Barcelona, 23 de Diciembre de 1905. p.836.] Arxiu de Revistes Catalanes Antigues: arca.bnc.cat (elegir palabras clave)


1916 Cuadros de Costums

País Valencià: Castelló de la Plana

(De la familia bòvida. Pepe el mosegós.) En mitj de la seua semi-imbecilitát, cuant el mortificaben un poquét més de lo regulár, es posaba furibundo y, en una trompá, tiraba als impertinénts a dèu o dotje metros de distancia, perque éra rabaçut y tenía tota la complecxió de un úrsido [sic]. (p.199, pdf 2)

[RIBÉS Y SANGÜESA, Enrich (1916): Cuadros de Costúms Castellonénchs, en aditament de tipos de la tèrra (en serio y en broma). Obra premià per unanimitat en los Jochs Florals de lo Rat-Penat celebrats en Valencia el dia 31 de agost del any 1915. Imp. Hijos de J. Armengot. Castellón.] repositori.uji.es (2 pdf)


1917 Alberto de Segovia y Pérez

España?

Señoras y señores: Ante todo mi gratitud por el esfuerzo que supone abandonar un confortable interior y lanzarse a la calle en una noche tan cruda como esta, exponiéndose a las traicioneras caricias de la nieve. No pretendo hacer una seria conferencia científica acerca del tema anunciado. [...]

[SEGOVIA Y PÉREZ, Alberto de (1917): Osos y lobos de nuestras montañas: conferencia leída el 19 de diciembre de 1917 en la Agrupación "Peñalara" (local de la Real Sociedad Fotográfica). Madrid: Imp. y Papelería Sierra.] bdh-rd.bne.es [revisar, o potser no cal]


1917 - Joaquín M. de Barnola

Catalunya

[...] Las colecciones generales de Zoología, Mineralogía y Paleontología, ya de antiguo existentes en el denominado "Museo Martorell", sito a lo largo del paseo de la Industria, han sido reorganizadas, después de renovar el piso y vitrinas correspondientes. Los grandes ejemplares naturalizados se han dispuesto sobre peanas fuera de las vitrinas, con lo cual pueden apreciarse mejor sus caracteres morfológicos. [...] Las especies de 'Fauna catalana' se han desmembrado de la colección zoológica general y han sido trasladadas al nuevo local, el que fue restaurant durante la Exposición Universal, y en adelante será 'Museo de Catalunya'. [...] En el censo del inmenso salón destaca una mole imitando las escarpadas rocas (como muchos de los picachos pirenaicos) coronadas por un rebaño de gamuzas en las más diversas actitudes, y ocupadas en uno de sus flancos por el oso pardo. Otro gran grupo de jabalíes junto a un soberbio y añoso tronco de castaño, recuerda escenas de dichos suidos, propagados hoy en tanta abundancia en los parajes selvosos de nuestros montes. Perfectamente imitadas se ven las rocas gneísicas y graníticas típicas de nuestros Pirineos, cubiertas en parte por la nieve, sobre la cual, así como sobre aquéllas, las perdices blancas, merced al mimetismo que les presta su distinta librea de invierno y de verano, se hallan a salvo de las pesquisas de sus perseguidores. [...] Los sisones (o avutarda menor) y las perdices churras características de los terrenos esteparios, son otros tantos asuntos que no sólo instruyen provechosamente por la verdad biológica que representan, sino que a la par deleitan por la presentación artística con que se han instalado. [...]

[DE BARNOLA, Joaquín M. (1917): Los nuevos servicios e instalaciones de la Junta de Ciencias Naturales de Barcelona. pp.361-263. Ibérica, revista semanal. El Progreso de las ciencias y de sus aplicaciones. Observatorio del Ebro. Año IV, Tomo 2º, Vol VIII, nº 205. 8 diciembre 1917.] arca.bnc.cat


1920 J. Pascual Tirado

País Valencià: Castelló de la Plana

Com el vell al darrer enganye, l'aludit, que se fee el onso per vore si se traíe la filla de qualsevol modo que fore, va agarrar una estaca i li arrimá entre cap i coll dos estacades.

[PASCUAL TIRADO, José (1920): De la Vida Castellonera: El Nadal de un remendó. pp.235-242. En el Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura (BSCC). Número VIII. Diciembre de MCMXX. Castellón.] castellonenca.com


1932 La Veu de Catalunya

Catalunya: Vall d'Aran/Val d'Aran

ASPECTES DE LA VALL D'ARAN. [...] La Vall d'Aran. És, sens dubte, la vall més formosa de tots els Pirineus. Amb justícia se l'anomena la "Suïssa espanyola", per la semblança de topografia alpina i la seva grandiositat panoràmica. [...] La fauna de la Vall comprèn diverses espècies més o menys típiques: l'ós grisenc dels Pirineus, el senglar, l'isart, el gat muntanyés, el linx [?], la marta, etc. Entre les aus es troben en abundància el gai i les perdius roja, gris i blanca. En els seus rius i llacs hi ha també gran abundor de truites corrents i assalmonades, la pesca de les quals constitueix un objecte de comerç durant l'estiu.

Les principals fonts de riquesa de la Vall d'Aran són: l'agricultura; la recria de bestiar mular, que s'importa de França; les explotacions minerals de blonda [?] i les instal·lacions hidroelèctriques en curs de desenrotllament. Per aquesta darrera circumstància de minerals i de fustes, la Vall d'Aran podria ésser un centre industrial de molta importància. Els aranesos són de tipus gascó muntanyenc. Parlen un llenguatge igual al de les poblacions franceses del Bearn i el Llenguadoc. Però, com els andorrans, són naturalment políglotes, i s'expressen amb facilitat en francès, castellà i català. [...] Josep SANDARAN, Vice-president del Centre Aranès.

[La Veu de Catalunya. Núm.11306. Barcelona. Dimecres, 7 de Setembre de 1932. p.4.] Arxiu de Revistes Catalanes Antigues: arca.bnc.cat (elegir palabras clave)


1955 Destino

Andorra: Ordino

ORDINO, PARQUE NATURAL DE ANDORRA. Por Antonio Jonch. [...] Un parque zoológico al aire libre. [...] El marco alegre de todo este complejo laboratorio cultural, lo formaría el parque propiamente dicho. Partiendo desde el fondo del valle, bebiendo el agua fresca del pequeño Valira d'Ordino, se emplazarían confinamientos animales de reducidas dimensiones y cuyo régimen de vida les exija íntimo contacto con el agua. De esta manera dispondríamos de la nutria 'llúdriga' (Lutra lutra), circunscrita en un ambiente de pequeña vegetación y rocalla, y el lago de barbos y truchas, para el cual, sin lesión del paisaje, prepararíamos un pertinente desnivel que nos permitiera, además de la observación practicada desde la superficie del agua, siempre imperfecta y de poco efecto, otra interna, a través de unas mirillas de cristal, a manera de ideal acuario. Remontando la ladera, un amplio sendero de suave desnivel, nos alcanzaría, en placentero paseo, la atalaya de la cima, donde un confortable refugio, con servicio de bar, garantizaría un buen ganado refrigerio. Un estudio de condiciones técnicas y económicas podría aconsejarnos sobre la mejor conveniencia de instalar un pequeño telesilla para efectuar dicha ascensión, reservándose el descenso fácil para estructurar el itinerario de visita del Parque, con anunciación detallada de todas las instalaciones dispuestas.

A lo largo del paseo que se proyecta, se acomodarían diversos grupos de animales de la fauna de estos valles. El esquivo sarrio 'isard' (Rupicapra pyrenaica), el jabalí 'porc fer' (Sus scropha), el tejón 'teixó' (Meles meles), la zorra 'guineu' (Vulpes vulpes), la ardilla 'esquirol' (Sciurus vulgaris), el gato montés 'gat --quer' [cortado, mesquer?] (Félix sylvestris), la garduña 'fagina' (martes foina). El conejo 'conill' (Oryctolagus cuniculus) y la liebre 'llebre' (Lepus europaeus pyrenaicus), entre los mamíferos de permanencia constante. También los de presencia excepcional, como el oso 'ós' (Ursus arctos pyrenaicus), en vista migratoria, casi siempre procedente del Pall... [Pallars?, cortado] y ya completamente extinguido, aunque hay quien asegure que todavía existe, tendríamos en cuenta el lobo 'llop' (Canis lupus). Todas las especies que lo permitan, se contendrían en dependencias concebidas según el sistema denominado de semi-libertad, garantizando la seguridad de permanencia mediante sistemas de fosos y cierres cuidadosamente estudiados. Variados grupos de aves osci... [cortado] adornarán caprichosas pajareras, y en parque terrosos o de alguna quebrada, se cobijarían las perdices blancas 'perdiu blanca o ...la' [cortado], y la ...la [cortado, pardilla?] 'perdiu xerra' (Perdix perdix) y la roja 'perdiu' de nuestros llanos (Alectoris rufa). Con crecido aire de privilegio podría intentarse mostrar el gallo silvestre 'gall fer (Teatro urogallus), los majestuosos buitres y las altivas águilas 'àligues'. Más humildes, los córvidos y las estrígidas, acompañarían la dotación alada. [...]

Sería muy grato y curiosísimo observar cómo en un reducido espacio se asocian plantas típicamente mediterráneas (espliego, sabina, retama, brecina, rosa canina, etc.), medrando junto al pino de montaña (Pinus montana) 'pi negre', con un sotobosque de plantas de uso subalpino (rododendro, frambueso, arándano, retamón, etc.), escoltadas todas ellas por la cadencia evocadora del abeto. En las partes húmedas, abedules, fresnos y avellanos, álamos temblones, etc. [...]

[Destino. Núm.944. Barcelona, 10 de Septiembre de 1955. pp.27-29.] Arxiu de Revistes Catalanes Antigues: arca.bnc.cat (elegir palabras clave)


1960 El Noticiero Universal

España

CAZA. COMENTARIOS A LA LEY DE CAZA. QUIÉN, CUÁNDO, CÓMO, DÓNDE Y QUÉ SE PUEDE CAZAR. VIII. POR RAZÓN DE LA ESPECIE PERSEGUIDA.- En las páginas de "El Noticiero Universal" han ido apareciendo una serie de comentarios en los días 26 de marzo, 8 de abril, 17 de mayo, 30 de junio, 20 de julio, 9 de agosto y 16 de septiembre, de los cuales el presente trabajo es continuación.

¿Cómo se clasifican los animales a los efectos de la Legislación de Caza? Tanto el artículo 1.º de la Ley de Caza vigente de 1902, como el 1.º del Reglamento, los clasifica en tres grupos o clases, a saber: 1.ª, los fieros o salvajes; 2.ª; los amansados o domesticados; 3.ª los mansos o domésticos (para simplificar: salvajes, amansados y domésticos). [...]

¿Qué animales quedan comprendidos en el Reglamento dentro de la clasificación de fieros o salvajes? Lo especifica el artículo 2º del Reglamento de 1903, diferenciando los que reúnen la doble condición de fieros y salvajes, señalando solamente dos: el oso común y el lobo, y los salvajes simplemente, los cuales son objeto de caza en España.

¿Cuáles son los animales enumerados como salvajes? El ciervo, el gamo, el corzo, la gamuza, la cabra montés, el jabalí, el zorro, el lince, el gato claro clavo o lobo cerval, el gato montés, el tejón, la gineta, el turón, la garduña, la marta, la comadreja, la nutria, la ardilla, el conejo, la liebre, entre los mamíferos; y entre las aves, el búho, la lechuza, el mochuelo, la corneja, el halcón común, el cernícalo, el alfaneque, el esmerejón, el gerifalte, el águila real, el águila imperial, el gavilán, el milano, el quebrantahuesos, el buietre buitre leonado, el buitre pardo, el alimoche, el tordo, la charla, el zorzal, el malvís, el estornino, el tordo serrano, la paloma torcaz, la paloma zurita, la paloma montés, la tórtola, el faisán, la ganga, la ortega, la perdiz roja, la perdiz pardilla, la codorniz, la abutarda, el sisón, el ave fría, la grulla, la garza, la chocha, la gallina de agua, el flamenco, el ganso común, el pato común "y sus diferentes variedades", la zarceta mayor, la menor "y análogos".

¿Está completa esta relación? Ni mucho menos, pues hay muchas especies de aves emigrantes que se presentan solamente algunos años y en determinadas épocas, como el cisne salvaje, en el norte de España, y otras muchas de menor talla.

¿Qué podemos decir respecto a la ocupación de los animales salvajes? De ello nos habla el artículo 465 del Código Civil de 1889, con la curiosidad de que solamente cita a los "fieros" que, según el artículo 2.º del Reglamento sólo son el oso y el lobo, pero se refiere desde luego a los salvajes diciendo que sólo se poseen mientras se hallen en nuestro poder, por ostentar la condición de "res nullius", es decir, que no tienen dueño, y según el artículo 610 del citado texto, "se adquieren por la ocupación, los bienes apropiables por su naturaleza que carecen de dueño, como los animales que son objeto de caza". Se trata de animales que vagan libremente por la tierra, por los aires o por las aguas y son "de quien quiera que los prenda" -que decía el Rey Sabio en la Partida 3.ª de su famoso Código-. Al cazarlos, o sea, al "ocuparlos" jurídicamente, se adquiere su propiedad en el mismo momento en que se logra su posesión; igualmente, en el mismo momento en que se pierde su posesión por recobrar el animal la libertad perdida, se pierde también su propiedad. [...]

[El Noticiero Universal. Núm.23172. Barcelona. Martes, 25 de Octubre de 1960. p.20.] Arxiu de Revistes Catalanes Antigues: arca.bnc.cat (elegir palabras clave)


1964 Destino

España

LA PROTECCIÓN DE LA FAUNA EN ESPAÑA. SUS PROBLEMAS (por el Dr. José A. Valverde). [...] En cuanto a la fauna de la Europa central, podemos excluirla, puesto que sus representantes actuales -el oso (actualmente no mediterráneo, aunque lo haya sido en el pasado), el urogallo (Tetrao urogallus) y el rebeco o isard (Pupicabra pyrenaica)- están todos bien protegidos en reservas como los de los Picos de Europa y los Pirineos. Solamente dos especies de esta fauna se ven algo amenazadas: la marta (Martes martes) y el visón (Mustela luteola) [visón europeo], pero no ofrecen problemas particulares. [...]

[Nota en pie de foto: El oso de los Pirineos está cuidadosamente protegido, aunque existen pocos ejemplares, ya alejados del Mediterráneo.]

[Destino. Núm.1425. Barcelona, 28 de Noviembre de 1964. pp.46-53.] Arxiu de Revistes Catalanes Antigues: arca.bnc.cat (elegir palabras clave)


1971 El Noticiero Universal

España

CALENDARIO LEGISLATIVO DE CAZA PARA AGOSTO (por el coronel España Cantos).- Legislación vigente. Estrenamos la nueva Ley de Caza de 4 de abril de 1970 (BOE n.º 82, del 6 de abril) y su Reglamento para su aplicación de 25 de marzo de 1971 (BOE de 30 y 31 de marzo de 1971) y, por si fuera poco, la O.M. de Agricultura de 24 de junio de 1971 (BOE n.º 153, de 28 de junio), que fija las vedas para las distintas especies para la temporada próxima de 1971-72. [...] CAZA MENOR: [...]

Especies protegidas.- Queda prohibido en todo el territorio nacional la caza de las siguientes especies: oso, lince, armiño, meloncillo, cigüeñas, espátula, porrón pardo, malvasía o bamboleta, tarro canelo o lavanco, focha cornuda, gaviota picofina, morito, así como toda clase de águilas, milanos, halcones, cernícalos, azores, buitres, quebrantahuesos, gavilanes, búhos y lechuzas (el oso, el armiño y el meloncillo son novedad). Por provincias.- Hay muchas limitaciones y excepciones por provincias. [...]

[El Noticiero Universal. Núm.26484. Barcelona. Martes, 27 de Julio de 1971. p.31.] El 30 de agosto, 11 de noviembre, 11 de diciembre, 21 de diciembre, 10 de febrero de 1972, 3 de marzo, 27 de marzo, 30 de junio, 15 de septiembre, 12 de diciembre, 27 de diciembre, 26 de enero de 1973, 4 de abril, 3 de mayo, 11 de octubre, 7 de noviembre, 10 de mayo de 1974, 14 de junio, 6 de septiembre, 9 de abril de 1975 y otros, se publican noticias similares.] Arxiu de Revistes Catalanes Antigues: arca.bnc.cat (elegir palabras clave)


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Recopilación bibliográfica y transcripciones de Jacint Cerdà

En continua actualización.