Murciélagos; rates penades, ratpenats

spp. (Chiroptera)


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1580 Onofre Pou

Catalunya

Dels ocells:

[...] Rat penat. Hic, vespertilio, vespertilionis. [...] (fulles 31-33)

[POU, Onofre (1580): Iesus: Thesaurus Puerilis. Authore Onophrio Povio Gerundensi Artium Doctore. Apud Ioannem Paulum Menescal. Barcinone.] books.google.es


1736 Varios autores

Ciudad de Valencia

Noticias tomadas de las Historias de los Prioratos de los PP. Fr. Jaime Meseguer y Fr. Francisco Vidal (1734-1738).

Bendición de la campana de los cuartos del Miguelete. p.433: [...] Bajo de la Imagen de San Vicente Ferrer grabaron las Armas de la Ciudad entre las dos L. L., expresión de su lealtad, y tienen sobre sí el murciélago (vulgo el Rat penat) y más abajo a un lado puso su nombre el artífice: Ludovicus Castañer, el año 1736.

[Manuscritos varios de Valencia. Tomo 3. Mss/587.] bivaldi.gva.es


1764 Ros

País Valencià

Ratpenàt, murciélago: ave semejante al ratón.

[ROS, Carlos (1764): Diccionario Valenciano-Castellano, escrito por Carlos Ros, Notario y Escrivano público, por Autoridades Apostólica, y Real, natural de esta muy Noble Insigne, Lealíssima, y Coronada Ciudad de Valencia. En Valencia. En la Imprenta de Benito Monfort, junto al Hospital de los Estudiantes. Año 1764.] books.google.es


22-26.6.1857 Lorenzo Grafulla

Matarranya (Teruel) / Tinença de Benifassà (Baix Maestrat, Castelló)

(En Beceite) A la galería de los fantasmas (de las cuevas de las maravillas) siguen varias grutas que no presentan cosa particular, la segunda fue llamada de los murciélagos, porque vimos interponerse a nuestras miradas una nube de murciélagos batiendo el aire con sus largas alas y paseando por el espacio sus repugnantes figuras de pequeños monstruos. Era una nube tan compacta y unida, que fuera de la cueva hubiera llegado a oscurecer la luz del sol.[nº 148, de 15 de mayo]

[GRAFULLA, Lorenzo (1888): "Un paseo por los Puertos de Beceite", en "La Asociación: revista profesional y científica de medicina y cirugía, farmacia y veterinaria de la provincia de Teruel" (1883-1891), por entregas, desde el nº 123, de 15 de mayo de 1888, al nº 150, de 15 de junio de 1889.] bibliotecavirtual.aragon.es


1877 Juan Téllez

España

ANIMALES ÚTILES A LA AGRICULTURA COMO ENEMIGOS DE LOS INSECTOS Y DELOS MOLUSCOS DAÑOSOS. Conferencia agrícola improvisada por D. Juan Téllez Vicén, catedrático de la Escuela de Veterinaria, el día 20 de Mayo de 1877. [...]

Mi objeto, más bien que estudiarla a fondo, es señalar un mal que entre nosotros existe y que es muy deplorable: la profunda ignorancia en que se encuentra la generalidad de nuestros agricultores, con respecto a los amigos y enemigos que en el reino animal tienen sus cultivos. [...] Pasando ahora a otro orden, tan simpático por su apariencia durante una de las fases de su vida, como perjudicial en otra, el de los 'Lepidópteros' o mariposas, podría citaros una multitud de orugas, entre ellas la llamada 'geómetra' y las conocidas con el nombre de 'procesionarias'; las cuales es incalculable la cantidad de sustancia vegetal, tanto de las plantas cultivadas como de las silvestres, y principalmente de las primeras, que pueden destruir en brevísimo tiempo. [...] Pues bien, señores; puesto que nos las hemos de haber con enemigos tan formidables, y nuestras armas son bien poca cosa ante los medios de acción y la rápida multiplicación de estos seres, claro es que debemos buscar auxiliares más eficaces que nuestros propios recursos, auxiliares que nos depara el mismo reino animal, en las distintas clases de que muy brevemente paso a ocuparme. Comenzando por la primera que ofrece a nuestra consideración, encontramos ya algunos mamíferos que son muy importantes bajo nuestro punto de vista.

Citaré en primer lugar los llamados 'Quirópteros', vulgarmente murciélagos. Entre ellos hay especies frugívoras, de las que no necesitamos hacernos cargo, pero en su inmensa mayoría, al menos las especies indígenas, son eminentemente insectívoras, porque su sistema dentario y su aparato digestivo no están dispuesto para otro régimen. No hay más que examinar la boca de uno de estos animales, ver sus dientes, y la simple inspección de aquellas puntas erizadas, que forman dos filas laterales a manera de sierras en ambas mandíbulas, demuestra desde luego, que no puede alimentarse de granos, frutos ni sustancia alguna vegetal, sino de materias animales proporcionadas por su tamaño y resistencia al volumen de ser en cuestión. Efectivamente, no tienen los murciélagos de nuestro país (y dejo a un lado las anécdotas que corren respecto de ciertas especies exóticas, que a nosotros no nos interesan), más medio de alimentación que los insectos, que infatigablemente cazan en vuelo. De aquí provienen su marcha tortuosa; esos giros incomprensibles que les vemos ejecutar en los aires, desde que comienza el crepúsculo vespertino hacia bien entrada la noche, porque hay especies principales crepusculares, como las hay esencialmente nocturnas.

Y ¿como paga el hombre los servicios que el murciélago le presta? Como suele recompensar otros muchos, por efecto de preocupaciones que es preciso combatir de frente. A la verdad, los murciélagos nada tienen de agradables: son feos y hasta repugnantes; su existencia clandestina, su modo extraño de vivir, sus apariciones súbitas, sus desapariciones inesperadas, su vuelo silencioso, su grito estridente; todo esto nos los hace repulsivos. Pero eso no obsta para que sean utilísimos; por lo cual, ya que no los protegiéramos, deberíamos tolerarlos al menos, y no ganaríamos poco en ello. Voy a referiros, en prueba de lo que pueden ciertas preocupaciones contra determinados animales, un hecho de que he sido testigo:

[ANÉCDOTA] Un grupo encantador de niños (y niños de buenas familias), que habían recibido (o por lo menos prestendían sus padres habérsela dado) una excelente educación, estaban congregados una tarde al oscurecer alrededor de una tapia, en la que habían clavado por las alas a un murciélago, que ignoro cómo había caído en sus manos. El mayorcito, que era quien dirigía la operación, daba en tono sentencioso sus instrucciones a los demás y les decía que era necesario hacer fumar a la mísera bestezuela los cigarros del diablo; porque, como el murciélago tiene las alas a la manera que los pintores han creído conveniente representar las de Satanás, no sé qué especie de parentesco establecía aquel infantil verdugo entre el desgraciado mamífero y el espíritu de las tienieblas. Los cigarros del diablo eran pajuelas de azufre, que le introducían en la boca entreabierta por el dolor, y que hacían arder, quemando viva a una criatura en extremo sensible, víctima de la saña de aquellos pequeños monstruos. No necesito deciros más, para que comprendáis que en este acto de ferocidad había, no sólo el hecho de exterminar a un ser que nos es provechoso, sino otros de distinta índole y no menos significativos, que afectan a la moralidad de nuestras costumbres e implican un deplorable atraso en la educación de nuestra juventud. [...] (pàg.447)

[VVAA (1878). Conferencias agrícolas de la provincia de Madrid. Recopiladas e impresas en virtud de orden de 1º de Mayo de 1878 de la Dirección General de Instrucción Pública, Agricultura e Industria. Imprenta del Colegio Nacional de Sordo-mudos y Ciegos. Calle de San Mateo, 5. Madrid.] books.google.es


1889 Alejandro Pontes

General

EL MURCIÉLAGO. Este ser, que es llamado ave por el vulgo, carece de las condiciones esenciales que deben concurrir en un animal para llevar aquel nombre. En efecto, los naturalistas consideran divididos todos los animales en cuatro grandes grupos, en el primero de los cuales, llamado de los vertebrados, incluyen todos los que tienen un esqueleto interior cuya parte media o eje lleva el nombre de columna vertebral, por estar compuesta de una serie de huesos llamados vértebras, dispuestos unos a continuación de otros como apilados en columna. Cada uno de los tres grupos restantes está compuesto, por lo tanto, de animales no vertebrados, cuyos nombres y caracteres no citamos por estar fuera de nuestro propósito.

Entre los vertebrados hay unos que siempre tienen la sangre a una temperatura superior al medio en que viven, sea el aire o sea el agua, como son la paloma, el murciélago, la ballena, etc., y se les llama ematermas o de sangre caliente; y hay otros cuya sangre está siempre a una temperatura próximamente igual al medio en que viven, como son los reptiles y peces, y reciben el nombre de emacrimas.

El grupo de vertebrados de sangre caliente, lo consideran subdividido en otros dos, estando constituído el primero por todos los animales llamados vivíparos, o sean los que nacen desde luego vivos, están provistos de mamas o tetas y dan de mamar a sus hijuelos en su primera edad, como sucede al murciélago, por lo cual llevan el nombre de mamíferos; en el segundo grupo están comprendidos los que ponen y se reproducen por huevo, a los que les han dado el nombe de aves. Vemos, pues, que las aves tienen algunos caracteres comunes con el murciélago, como las tienen con el ratón y con todos los demás vertebrados, teniendo además con aquel la del vuelo, pero que no tienen la condición distintiva y esencial para llevar este nombre, cual es la de ser ovíparos.

Continuando las divisiones sucesivas por las diferencias de caracteres, llégase a comprender el murciélago en un grupo de animales denominados carniceros, cuyos individuos no todos se alimentan de carne como parece indicarlo este nombre, y se llaman así por la circunstancia de tener uñas, las tres especies de dientes, incisivos, caninos y molares; es decir, dientes propiamente dichos, colmillos y muelas, y por carecer de manos o sea de extremidades terminadas por dedos, de los cuales, uno sea oponible a los demás, como sucede en el hombre.

Finalmente, entre los carniceros hay unos cuyas extremidades no están organizadas para el vuelo, y otros en que sí lo están, y se llaman queirópteros o animales de manos aladas, cuyo nombre se halla ciertamente en desacuerdo cdon la circunstancia de no tener manos y sí patas. Sus extremidades laterales están unidas entre sí por una finísima piel, así como las dos patas posteriores y los dedos de las anteriores, que son sumamente largos. Esa membrana tiene el suficiente desarrollo y resistencia para que por su medio, y auxiliado de una conveniente disposición de los huesos del animal, pueda volar como las aves, mientras que difícilmente y mal puede andar. De suerte que el murciélago es un mamífero alado.

Los antiguos farsantes magos y hechiceros tenían murciélagos en sus habitaciones entre otros objetos más asquerosos y repugnantes, quizá para que el imponente aspecto de tan raro conjunto diese a sus palabras, a falta de verdad, algo de extraordinario y sobrenatural.

En pintura y en escultura, suelen representar al diablo bajo distintas formas, pero generalmente no le faltan un par de alas de murciélago. Todo esto, unido a la necesidad que tiene de salir siempre anochecido, y la circunstancia de habitar en cavernas, cuevas, edificios inhabitados y ruinosos y otros lugares por el estilo, ha hecho que el pueblo abrigue cierta prevención en contra de este animal, siendo para unos objeto de terror, y atribuyéndole otros alguna maléfica influencia sobre los lugares por donde revolotea. Por supuesto, creencias todas hijas de la más lamentable ignorancia y exceso de fe en la tradición, pues los queirópteros que se crían en España, no sólo son completamente inofensivos bajo todos conceptos, sino que alimentándose sólo de insectos, destruyen, como las golondrinas, una gran cantidad que vivirían y se multiplicarían extraordinamente con gran perjuicio de las plantas, es decir, que los hortelanos que procuran ahuyentarlos y permiten que los cojan y maltraten, cuando precisamente debieran favorecerlos, conspiran, sin saberlo, en contra de sus propios intereses, pues que no tienen otro medio de destruir tan fatales enemigos de las plantas.

La sensibilidad de su vista, todavía más exquisita que la de la aves nocturnas, no les permite salir a buscar alimentos sino después de la tarde, y les obliga a vivir en los parajes citados; en las horas de descanso permanecen prendidos con las uñas a la pared o a la techumbre de sus guaridas, de donde les basta soltarse para quedar suspendidos en el aire y salir volando, cosa que no pueden conseguir cuando por cualquier accidente caen al suelo. Si alguna vez se ve revolotear un murciélago sobre algún edificio u otro lugar cualquiera, es porque sigue todos los movimientos y revueltas de algún insecto que trata de coger.

Acerca del error en que algunas personas están, creyendo que los murciélagos ven en la oscuridad, veamos lo que se dice en "Los tres reinos": "En las cuevas en medio de las tinieblas más completas, recorren al vuelo sin vacilar y sin chocar contra las puntas de las rocas o contra las paredes, todos los escondites y salidas con la misma facilidad que pudiera hacerlo otro animal en medio del día. Se ha querido explicar este hecho diciendo que los murciélago ven en la oscuridad, pero es un error. Todos los animale nocturnos tienen la facultad de concentrar en sus pupilas muy dilatables los rayos más débiles de luz, y esto explica cómo durante la noche pueden distinguir suficientemente los objetos para dirigir su camino, coger su presa y desempeñar todas las funciones necesarias a su existencia. [sic] [...]

En resumen, el murciélago es un mamífero con alas, que después de ser completamente inofensivo, porque no acomete al hombre ni a ningún animal de los que le son útiles, es por el contrario muy útil por la circunstáncia de alimentarse únicamente de insectos que perjudican a las plantas, en daño de los labradores, y por lo tanto de los hombres en general. (p.89)

[PONTES Y FERNÁNDEZ, Alejandro (1889): Errores y preocupaciones populares; y explicación de algunos fenómenos de la naturaleza. Librería de la Viuda de Hernando y Cª. Calle del Arenal, núm. 11. Madrid.] bdh-rd.bne.es


23.3.1890 El Eco Bisbalense

España

El Gobernador civil de Madrid ha enviado a todos los alcaldes y maestros de primera enseñanza, unos cuadros dando a conocer los animales y aves [sic] útiles y perjudiciales a la agricultura.

Animales útiles a la agricultura: Torcecuellos, hormigueros [sic; torcecuellos hormigueros], cuervos, grajos, urracas, alcaudón, tordos, zorzales, mirlos, oropéndolas, currucas, reyezuelos, ruiseñores, visvitas, tifas, fifitas [lavanderas], golondrinas, vencejos, chotacabras, gorrión, águila, halcón, lechuza, búhos, mochuelos, cornejas, murciélago, musaraña o musgaño, erizo, topo [!], comadreja, pinzones, jilgueros, verderones, pardillos, chamaricas [sic, chamariças; en portugués, chamariz es verdecillo], abubillas, trepatroncos, perdices, codornices, gangas, ortegas, avutardas, sisones, chorlitos, avefrías, alcaraván, cigüeñas, chochas, agachadizas, rascones, patos, gansos, lagarto, culebras, ranas comunes, (ranas) arbóreas, sapos, salamandras, lagartijas y salamanqueses.

Animales dañinos a la agricultura: Topo, zorra, lobo, marta, garduña, gato montés, nutria, rata, ratones, campañoles [topillos?], lirones, cascanueces [moscardino, según Buffon, lirón careto?], conejos, liebres, ardilla, jabalí, buitre, alcotones [alcotanes], halcón abejero, abejaruco, martín pescador, grullas, garzas y víboras.

[El Eco Bisbalense. La Bisbal 23 de Marzo de 1890: link. Buscador de prensa catalana: cercador]


1890 Juan Montserrat

Catalunya

TORTOSA [pueblo del Baix Ebre, Tarragona]: Vespertilio murinus L.- Rat penat, Esvoliách. (p.101)

[MONTSERRAT Y ARCHS, Juan (1890): Memoria descriptiva de las aguas minero-medicinales del Balneario de Tortosa. Resumen de Historia y de Geología de dicha ciudad y de la Flora y Fauna de sus alrededores, con indicaciones especiales sobre la Climatología, la Hidroterapia y la Higiene Terapéutica de los tres manantiales de aquel balneario (Nuestra Señora de la Esperanza, Salud y San Juan). pp.33-160. En el libro Balneario de Tortosa.] books.google.es


1916 Cuadros de Costums

País Valencià: Castelló de la Plana

(Les cucanyes.) Els obligaben a puchar la cucanya [pal vertical ensabonat] y al aplegar a la punta teníen que dir a dúo tot l' abecedari, desde la primera vocal hasta la última consonant y al nomenar la Q y la K teníen que besarles com besaren la Bandera de la Pátria el día de la Jura. Els dos soldáts no solament deprengueren les cartilles a la perfecció, si que també la gimnasia de marina, pues dalt de la cucanya pareixíen dos rates penáes esperánt l' hòra de caçar mosquits. [...] (p.117, pdf 1)

[RIBÉS Y SANGÜESA, Enrich (1916): Cuadros de Costúms Castellonénchs, en aditament de tipos de la tèrra (en serio y en broma). Obra premià per unanimitat en los Jochs Florals de lo Rat-Penat celebrats en Valencia el dia 31 de agost del any 1915. Imp. Hijos de J. Armengot. Castellón.] repositori.uji.es (2 pdf)


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Recopilación bibliográfica y transcripciones de Jacint Cerdà

En continua actualización.