Oídio de la vid; oïdi (de la vinya)

Uncinula necator (=Oidium tuckeri) [y otros]

1861 D. G. de Agricultura, Industria y Comercio

España

VIII. PLAGAS DEL CAMPO. ANIMALES DAÑINOS. [...] Una nueva plaga ha venido estos últimos años a aumentar los conflictos de nuestros cultivadores, sin que los esfuerzos de muchos de nuestros hombres prácticos y científicos que han consagrado sus tareas a su conocimiento y medios de extinguirla, hayan dado hasta el presente con un remedio tan eficaz y económico que compense los sacrificios de su empleo; tal es la enfermedad epidémica de las vides conocida con el nombre de 'oidium tuckeri', determinado por Mr. Berthelemy, e impuesto el nombre específico en obsequio de su primer observador Mr. Tucker, propietario en las inmediaciones de margate, pintoresca ciudad de Inglaterra, que le notó y dio a conocer en 1845. Allí permaneció aislado el mal hasta 1848, que se transmitió a algunas localidades de Francia, generalizándose después por toda Europa. Su gran desarrollo en España por los años 1852 y 1853 causó tan graves daños a la agricultura, amenazándola de muerte en uno sde sus ramos más productivos, que fue preciso meditar sériamente en los medios de combatirle. [...] A través de ese gran número de sistemas lanzados al campo de la experiencia, el empleo de la flor de azufre es el que parece ha hecho más prosélitos y el que más generálmente se aplica cuando asoma este azote, cuyas iras, si bien se han aplacado de algunos años a esta parte, no por eso dejan de cebarse de cuando en cuando en localidades determinadas. [...]

[Dirección General de Agricultura, Industria y Comercio (1861): Memoria elevada al Excmo. Sr. Ministro de Fomento por la Dirección General de Agricultura, Industria y Comercio sobre el estado de los ramos dependientes de la misma en Octubre de 1861. Imprenta Nacional. Madrid.] books.google.es

1869 Diario 'La Idea'

Aragón: Teruel

El célebre agrónomo, Sr. Grindon [Leopold Hartley Grindon], ha descubierto un remedio para el oidium que, según sus experimentos, nada deja que desear. Consiste en dar al tronco de la vid una capa o baño de petróleo, con lo cual ha conseguido curar aún aquellas plantas que habían resistido al tatamiento del azufre, produciendo racimos que llegaron en la última cosecha a un perfecto estado de madurez, y cuyo sabor era excelente.

[La Idea: diario republicano. Año I. Núm.42. Pàg.3. Teruel 20 de Mayo de 1869] (hemeroteca: bibliotecavirtual.aragon.es)

1935 aprox. Daniel Nagore

España

Los agentes que merman o arrasan las cosechas de los cereales de invierno. [...] La pisada y el oidium en todos (los cereales), además del conrnezuelo en el centeno, son también afecciones que causan los hongos en el grupo de la plantas cereales, pero no lo hacen de ordinario en áreas tan extensas como aquellas otras (roya y carbón).

[NAGORE, Daniel (c.1935): Los cereales de invierno. Sección de Publicaciones Agrícolas. Papelería Sevilla. Madrid.] mapa.gob.es

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Recopilación bibliográfica y transcripciones de Jacint Cerdà