Achiote, achote; bixa
Bixa orellana
1628 Tassas
Reino de Castilla
Mercaderías de la India y de Portugal:
[...] Achotes finos de Indias para teñir, a dos reales la onça. (hoja 9)
[TASSA DE LOS PRECIOS A QUE SE HAN DE VENDER LAS MERCADERÍAS Y OTRAS COSAS DE QUE NO SE HIZO MENCIÓN EN LA PRIMERA TASSA, Y REFORMACIÓN QUE AORA SE HA HECHO POR LOS SEÑORES DEL CONSEJO, EN ALGUNOS PRECIOS QUE SE PUSIERON EN ELLA. Con las declaraciones de algunas dudas que se han ofrecido sobre la observancia de la Premática que se publicó en treze de Setiembre de mil y seiscientos y veinte y siete años, con la primera Tassa. Madrid. 1628.] google.es/books
1671 Aproximación a los tintes históricos
General
[CUADRO 2] CLASIFICACIÓN DE LOS TINTES EN EL SIGLO XVII. Según la "Instrucción General para la tintura de lanas de todos los colores, y para el cultivo de las drogas o ingredientes que se emplean". Juan Bautista Colbert, Controlador General de Finanzas de Luis XIV. Francia, 1671:
COLORANTES DEL TINTE MAYOR O BUENO.
- Agallas de roble - protuberancia patológica producida en el roble (Quercus spp.) por insectos del género Cynips.
- Añil (procedencia asiática y americana) - Indigofera tinctoria e Indigofera spp.
- Grana cochinilla - Dactylopius coccus (tinte del nuevo mundo).
- Grana kermes o kermes - Kermes vermilio.
- Granza o rubia - Rubia tinctorum.
- Gualda - Reseda luteola
- Hierba pastel o pastel - Isatis tinctoria.
- Nogal - Juglans regia.
- Zumaque - Rhus coriaria.COLORANTES DEL TINTE MENOR O FALSO.
- Achiote - Bixa orellana (tinte del nuevo mundo).
- Alazor - Carthamus tinctorius.
- Albérchigo - Malum persicum [Prunus persica].
- Almendro - Prunus amygdalum [Prunus dulcis].
- Brasil o brasil americano - Haematoxylon brasiliensis [Haematoxylum brasiletto], Caesalpinia echinata [Paubrasilia echinata] (tintes del muevo mundo), y otras.
- Fresno - Fraxinus excelsior.
- Fustete - Cotinus coggygria.
- Genista - Genista tinctoria.
- Grana de Aviñón - Rhamnus tinctoria [Flueggea tinctoria].
- Granado o granada - Punica granatum.
- Orchilla - Roccella tinctoria.
- Palo amarillo - Morus tinctoria [Maclura tinctoria] (tinte del nuevo mundo).
- Palo de Campeche - Haematoxylon campechianum [Haematoxylum campechianum] (tinte del nuevo mundo).
- Peral - Pyrus communis.
- Romaza - Rumex spp.
- Sándalo rojo - Pterocarpus santalinus.
- Tierra merita, terra merita o cúrcuma - Curcuma longa.
- Torvisco - Daphne gnidium.
[CUADRO 1, con tintes que no aparecen en el cuadro 2] PRINCIPALES TINTES CONOCIDOS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA
- Azafrán - Crocus sativus.
- Laca (en telas de procedencia asiática) - Kerria lacca.
- Mirtilo - Vaccinium myrtillus.
- Orcaneta - Alkanna tinctoria.
- Púrpura - Bolinus brandaris / Hexaplex trunculus / Thais haemastoma.[Los que también se incluyen en el cuadro 2 son: agallas de roble, añil, granada, granza o rubia, gualda, kermes, nogal, orchilla, pastel y terra merita.]
Los primitivos tintoreros tuvieron necesariamente que crear un sistema de sustento equilibrado con el medio físico para abastecerse regularmente de materias primas sin agotar las reservas. Ello implicaba conocimientos de botánica y zoología, y una atenta observación de los ciclos vitales de las plantas, insectos y moluscos que se revelaron útiles para teñir. Puesto que la utilización de especies silvestres limitaba la actividad del teñido a los ciclos biológicos de éstas, pronto se idearon recursos para ampliar esta posibilidad. La simple deshidratación, ya era una práctica que permitía el almacenaje. Este sistema está documentado, entre otras, en las culturas prehispánicas, mesoamericanas y andinas, donde los tintes formaban parte del patrimonio que atesoraban los gobernantes en los depósitos reales. A este procedimiento, relativamente sencillo, siguieron otros medios más complejos de conservación, como la extracción del colorante de la parte vegetal, voluminosa y perecedera, para obtener un producto concentrado, sólido e imputrescible, fácil de guardar y de transportar a efectos comerciales. El añil asiático (Indigofera tinctoria) es el mejor ejemplo de este sistema. Por otra parte, el gran avance productivo se produce en la etapa agrícola, cuando se comienza a cultivar especies de gran rendimiento, como la granza (Rubia tinctorum), la gualda (Reseda luteola), la hierba pastel (Isatis tinctoria), o el añil (Indigofera spp.). En cuanto a la domesticación de insectos, el único logro se atribuye a los indios zapotecos del altiplano mexicano en época prehispánica. Ellos consiguieron hacer evolucionar una especie de cochinilla silvestre (Dactylopius sp.), pequeña y cubierta de un algodón pegajoso que hace muy difícil su recolección, hasta desarrollar un insecto (Dactylopius coccus) robusto, fácil de recolectar, capaz de proporcionar varias cosechas consecutivas, y de duración indefinida una vez deshidratado. [...]
[RAQUERO, Ana (2003): Aproximación a los tintes históricos: documentación sobre el color en los tejidos antiguos. En: Textil e indumentaria: materias, técnicas y evolución. El Grupo Español del International Institute for Conservation (IIC) of Historic and Artistic Works, eds. pp.29-43. Madrid.] ge-iic.com
1851-1857 J. Oriol Ronquillo
Diccionario
Bixa Orellana (Bixa Orellana, L.). Arbusto de la América meridional, de las Antillas, etc., y quizás de la India, en donde a lo menos se cultiva, y que ha recibido muchísimos nombres en las diversas regiones de la tierra. [...] Sus frutos son cápsulas bivalvas, cubiertas de espinas flexibles, y que contienen cierto número de semillas menos gruesas que guisantes, cubiertas de una materia blanda, viscosa, resinosa, y de un hermoso color de bermellón. Esta materia es la que constituye el 'Achote' o 'Achiote'.
Para obtener el ACHIOTE se maceran las semillas en algua caliente; se echa todo en un tamiz claro, y se recoge el agua que arrastra consigo la materia colorante y algunas impurezas; se deja reposar, y se hace secar la materia a la sombra, porque el color del achiote es muy fugaz; cuando ésta ha adquirido la consistencia de una pasta sólida, se la da la forma de panes de peso de tres a cuatro libras, que se cubren luego con hojas de caña o de plátano. A menudo los Españoles añaden un poco de aceite a esta fécula, a fin de conservarla y de hacer subir su color y complacer así a sus compradores. La pasta de achiote es a veces de un hedor insoportable, ocasionando, con frecuencia, violentos males de cabeza a los operarios que la trabajan. En el comercio se conocen dos especies principales de achiote, el en tablillas y el en cilindros. El primero, que respecto a la cantidad es más importante, se recibe en Europa casi en totalidad de Cayena, y principalmente por la vía de los Estados-Unidos: nos llega en forma de panes cuadrados, del peos de dos a tres libras, envuentos en hojas de banano. El segundo se nos remite principalmente del Brasil: los rollos o cilindros son pequeños, no excediendo del peso de dos a tres onzas; es duro, seco y compacto, moreno al exterior, y de un rojo magnífico al interior.
El achiote bien preparado debe ser de un color aurora brillante, suave al tacto, y como untuoso, y de bastante consistencia. Debe escogerse de un color rojo sanguineo interiormente, de consistencia blanda, de un olor astringente y de un olor animalizado. En el comercio se le conserva su blandura malaxándolo de vez en cuando con orina, lo que sirve igualmente para avivar su color. Ofrece, como la orchilla, puntos blancos y brillantes, probablemente debidos a la eflorescencia de una sal amoniacal. Tratando el achiote con una disolución alcalina, da un color amarillo dorado magnífico, que se precipita sobre la seda y el algodón no alumbrados, por medio del ácido acético; pero este color que, en razón de su lustre, no puede ser reemplazado por ningún otro, es por desgracia muy fugaz.
El achiote se adultera, a veces, mezclándole tierra roja, o ladrillo pulverizado, fraude que se reconoce desleyendo esta sustancia en el agua, si no es pura, se verá, en lugar de la disolución clara y limpia, polvo en el fondo del vaso. [...]
Los Españoles de América lo mezclan con el chocolate, al que comunica un hermoso color. [...] Los Indios emplean el achiote, mezclado con aceite de ricino o de coco, para untarse el cuerpo mañana y tarde, en particular las mujeres, haciendo de él una especie de adorno, aunque parece también que el sabor amargo de esta sustancia aleja los insectos, lo que explica su grande utilidad en los climas ardientes de la América, en que los músticos y los cinifes son una calamidad. [...]
[RONQUILLO, José Oriol (1851-1857). Diccionario de materia Mercantil, Industrial y Agrícola, que contiene la indicación, la descripción y los usos de todas las mercancías. Imprenta de D. José Gaspar, calle de Cervantes, 3. Barcelona.] 1851: Tomo I (AAB-CAU); 1853: Tomo II (CAV-FUL); 1855: Tomo III (FUL-ORT); 1857: Tomo IV (OSF-ZUM, e índice de todas las entradas)
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Recopilación bibliográfica y transcripciones de Jacint Cerdà